El Gobierno denunció ante la Justicia a los custodios que debían proteger a Nisman

El Ministerio de Seguridad denunció ante la Justicia a que tenían a su cargo la protección del fiscal Alberto Nisman el día de su muerte.

La acusación se basa en que incurrieron en una demora de "doce horas" entre "el momento en que debieron haber tenido contacto con el funcionario a quien debían custodiar" y cuando efectivamente lo hicieron, se corroboró su muerte y se la notificaron a los superiores de la fuerza.

Por cómo actuaron el día que hallaron muerto a Nisman, los policías Armando Niz y Luis Miño ya fueron pasados a por el jefe de la Policía Federal, el comisario general Román Di Santo. Esto había sido dado a conocer por las autoridades de la fuerza, que, en cambio, mantuvieron en reserva que además los había denunciado penalmente.

La presentación ante la Justicia la hizo Rodrigo Luchinsky, que es por su cargo el nexo entre el Ministerio de Seguridad y los tribunales, confirmaron fuentes policiales.

Titulada "Denuncia", la presentación del ministerio pide que se investigue a los custodios y relata los hechos que justifican la acusación.

Esta denuncia fue presentada en el expediente que investiga la muerte de Nisman, causa que lleva adelante la fiscal Viviana Fein.

El Ministerio de Seguridad, cuya responsable es María Cecilia Rodríguez, tiene a Sergio Berni como su cara más visible. Él también tuvo una participación que fue cuestionada la noche de la muerte de Nisman. Llegó antes que el juez al departamento de Puerto Madero. Según declaró, se quedó casi todo el tiempo en la cocina y no tomó contacto con el cuerpo del fiscal ni con los elementos que había en el lugar. Estuvo, no obstante, varias horas allí.

La denuncia contra los custodios sostiene que ese día Miño y Niz entraron a las 11 al complejo Le Parc, donde vivía el fiscal, porque así habían quedado con Nisman el día anterior y se quedaron esperando en la cochera de cortesía del edificio.

Como el funcionario no bajaba, y había pasado más de una hora del horario acordado, pensaron que dormía y siguieron esperando. Pasaron las horas. Tocaron el timbre, sin respuesta. Vieron los diarios en la puerta de servicio. El fiscal no había salido a buscarlos pese a que ya era más del mediodía.

Llamaron entonces a la secretaria privada de Nisman y empezó entonces un cruce de comunicaciones desde el lobby del edificio del fiscal.

A las 16, los custodios volvieron a subir. Ante la imposibilidad de contactar al fiscal, decidieron llamar a su madre, Sara Garfunkel, e ir a buscarla para que...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR