El Gobierno, con aspiraciones moderadas para salir airoso del 5-J

La experiencia Santa Fe es el espejo que mira el Gobierno para ilusionarse con salir airoso de este superdomingo electoral en el que la Casa Rosada puso en juego a la propia Cristina Kirchner y a su candidato presidencial, Daniel Scioli.

Cada uno con su estilo y en su territorio, tanto la Presidenta como el gobernador se repartieron las provincias que van a elecciones hoy para intentar apuntalar a los candidatos del Frente para la Victoria.

La opción de máxima con la que sueñan en el Gobierno es el segundo puesto en Capital y en Córdoba, dos de los principales distritos en caudal electoral después de la provincia de Buenos Aires. La apuesta es parecida a las elecciones en Santa Fe, en las que Omar Perotti, que había salido tercero cómodo en las primarias, terminó peleando mano a mano con el resto de los candidatos. Un dato: Cristina no fue a la provincia en la que finalmente se impuso el socialista Miguel Lifschitz. Tampoco a Córdoba. Son dos distritos reacios al kirchnerismo.

Donde sí se puso al hombro la campaña fue en suelo porteño, territorios de los menos afines al peronismo. Mariano Recalde tiene la complicada tarea de revertir el mal desempeño que tuvo en las primarias, en las que quedó tercero. En la Casa Rosada argumentan que la extensa oferta electoral que presentó el oficialismo con siete postulantes restó competitividad al candidato de La Cámpora, que no llegó a instalarse. Ahora van por la revancha para colarse en un ballottage contra Horacio Rodríguez Larreta, con Cristina como principal protagonista. A pesar de estar terceros en las encuestas, la jugaron a la propia Presidenta. De manera sorpresiva, ella cerró la campaña de Recalde con una recorrida por la villa 20 y el miércoles pasado lo ubicó a su lado en medio de una de sus clásicas cadenas nacionales.

En el Gobierno creen que el escándalo de Victoria Xipolitakis en la cabina de un avión de Austral terminó por hacer más conocido al candidato oficialista y lo mostró reaccionando con firmeza, una actitud que -según juzgan- fue valorada. A eso suman la participación de Cristina contra Martín Lousteau, al que acusó por cadena nacional por ser el autor con errores de la famosa resolución 125 que terminó en el conflicto con el campo. Argumentan, además, que Pro les dio una mano final al comenzar a cuestionar más detenidamente al candidato de ECO. "A Larreta le conviene que a la segunda vuelta entremos nosotros porque nos gana con facilidad", afirma un funcionario de Balcarce...

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