El Gobierno acusó a la oposición y a los medios por la protesta policial

La preocupación por la crisis policial en llegó a la Casa Rosada, donde buscan evitar que se propague. El gobierno de Cristina Kirchner amenazó a los con denunciarlos por el delito de sedición y les advirtió a los medios de comunicación que incurrirían en una apología del delito si informan sobre la posibilidad de que estas se extiendan a otras provincias. También responsabilizó a la oposición de tener actitudes "golpistas".

El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, denunció que los sectores policiales autoacuartelados "incurren en un delito de sedición" que "debe ser severamente castigado", mientras que aseguró que el acto de informar sobre nuevos estallidos policiales es "apología del delito".

Según pudo saber LA NACION de altas fuentes de la Casa Rosada, la medida de fuerza policial en la provincia de la Presidenta inquietó al Gobierno. Desde Olivos, Cristina Kirchner ordenó a Capitanich plantear una postura severa para evitar que se repita la crisis policial de Córdoba del año pasado, que en pocos días se propagó a todo el país.

"Tienen miedo de que se propague como en Córdoba el año pasado, sólo lo dijo por eso. Quieren evitar cualquier foco de conflicto y por eso advierten sobre apología del delito", consignó un funcionario.

Lo que nadie pudo explicar en la Casa Rosada es el motivo por el cual informar sobre la posible propagación de protestas podía configurar una "apología del delito", algo más cercano a una clara limitación con el derecho a informar hechos de interés público.

En realidad, los funcionarios confiaron que era una manera de disuadir a la prensa para que no amplifique el problema para evitar el efecto contagio.

En diciembre último, la policía cordobesa se autoacuarteló en reclamo de aumentos salariales, al igual que lo hace ahora la policía de Santa Cruz. El gobierno de José Manuel de la Sota pidió la presencia de la Gendarmería y Cristina Kirchner se la negó.

Entonces, la situación de caos se generalizó, arreciaron saqueos en toda la capital cordobesa, y ello obligó al Gobierno a retroceder y enviar a la Gendarmería. Finalmente, la policía cordobesa consiguió un acuerdo salarial. El éxito del reclamo causó un efecto contagio en varias provincias del país, cuyas fuerzas policiales se acuartelaron en protesta y la Casa Rosada debió intervenir directamente. Esa vez tomó cartas el secretario de Seguridad, Sergio Berni. Pero curiosamente Berni todavía no intervino en la crisis policial de Santa Cruz y ayer se mantuvo en...

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