de una gira sin vencedores ni vencidos

La política y la diplomacia no son ciencias exactas. Una obviedad milenaria, aunque no para ideologizados dogmáticos o militantes de la planilla Excel. El resultado de la gira de Macri por Estados Unidos lo demostró una vez más.

Los combatientes a favor de los diplomáticos de carrera y los defensores a ultranza de los representantes políticos en la política exterior tuvieron evidencias concretas de que nada es absoluto. La canciller Susana Malcorra (sin historial en el servicio exterior argentino y oriunda del mundo corporativo) salió fortalecida y con elogios públicos del Presidente, y halagos en privado del Departamento de Estado norteamericano por su gestión para lograr consenso contra Venezuela en la OEA.

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