La gestión de la competitividad en la Administración Pública
Autor | Joaquín Texeira Quirós - Gala P. Rivera Fernández |
Cargo del Autor | Departamento de Economía Financiera y Contabilidad. Universidad de Extremadura. España - Departamento de Economía Financiera y Contabilidad. Universidad de Extremadura. España |
Páginas | 421-445 |
LA GESTIÓN DE LA COMPETITIVIDAD EN
LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
Joaquín Texeira Quirós 1 / Gala P. Rivera Fernánde z 2
Resumen
En este trabajo se pone de maniesto la nec esidad de implantar
un sistema de gestión de calidad en la Administración Pública espa-
ñola, que garantice una gestión eciente de sus procesos y mejore la
competitividad de los se rvicios prestados por la misma frente a los
ofertados por empresas privadas o por otras administraciones públi-
cas dentro de la Unión Europea.
Para ello ponemos de manie sto los si ete principios fundamen-
tales de actuación sobre los que hay que trabajar para conseguir un
proceso de mejora continua. Un buen funcionamiento individualizado
de estos principios y una certera conexión y coordinación entre ellos
garantizará la excelencia tan ansiada por las o rganizaciones.
1. Un sistema de ges tión eficie nte para ser com petitivos
Ante unos mercados cada vez más difíciles, complejos y globali-
zados, las empres as están obligadas a asegurar se los mejores niveles
de competitividad. Todos los agentes implicados en este tema, como
empresarios, organizaciones empresariales, entidades de carácter
político y/o económico, se plantean cómo ayudar en la práctica a las
empresas a recorrer este camino.
1 Departamento de Economía Financiera y Contabilidad. Universidad de Extremadura. España.
2 Departamento de Economía Financiera y Contabilidad. Universidad de Extremadura. España.
TEXEIRA QUIRÓS / RIVERA FERNÁNDEZ
ADMINISTRACIÓN PÚBLICA Y CORRUPCIÓN
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Dicha inquietud se extiende, aunque con peculiaridades distin-
tas, a aquellas actividades que están relacionadas directamente con el
bienestar de los ciudadanos, como los servicios hospitalarios, trans-
portes, comunicaciones, universidades, es decir, aquellos en los que la
responsabilidad de la prestación recae sobre la Administración Pública.
La competitividad en una organización tanto pública como pri-
vada puede depender, entre otros fac tores, de los recursos disponi-
bles (nancieros, tecnológicos, aquellos necesarios para el cumpli-
miento de las normas que e n un momento dado se soliciten por parte
de algún organismo, etc.) y las condiciones socio-económicas que se
den en el mercado en esos momentos (scalidad, exibilidad laboral,
estructuración d e sinergias productivas, ayuda a la export ación, etc.).
Si en algo coinciden numerosos estudios rea lizados a empresas
con características muy dispa res, es qu e el grado de eciencia de
su sistema de gestión es un factor determinante para responder con
éxito al reto de la supervivencia.
Con el objeto de optimizar los e sfuerzos y los recursos a emplear
por parte de todos, es necesario ser cons cientes de que las acciones
de cualquier naturaleza dirigidas a promover la mejora de la compe-
titividad a cualquier nivel organizativo van a ser probablemente mal-
gastadas si se aplic an a organizaciones cuyos sistemas de ge stión no
tengan el g rado de eciencia re querido.
En este sentido, para que una ge stión se estructure como un sis-
tema es necesario que todas las actividades que se llevan a cabo
en las diferentes áreas de la organización estén relacionadas orde-
nadamente entre sí, con el n de contribuir a lograr los resultados
globales y parciales deseados. Por otra parte, es admitido de forma
unánime que el grado de eciencia de un sistema de gestión suele
ser más alto cuanto mayor es la madurez del desarrollo de una nueva
cultura empresarial denominada de la excelencia o de la calidad total,
que con diferentes matices se describe en tres modelos reconocidos
como referentes: japonés (modelo Deming), americano (modelo Mal-
colm Baldrige) y europeo (EFQM).
Dichos modelos, que se están enriqueciendo cada día con nuevas
experiencias derivadas de un entorno considerablemente cambiante,
deben ser interpretados como un conjunto de valores y herramientas
que han de ser redesc ubiertos en el seno de cada organiz ación con el
objetivo de responder a sus propias necesidades.
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