Gerardo Sofovich y un homenaje por la mitad

Es inevitable. Cuando termina el luto televisivo por la muerte de alguna de las figuras que de verdad escribieron la historia grande del medio (Gerardo Sofovich, sin duda alguna, estuvo entre ellas) y llega el momento del verdadero reconocimiento en imágenes, la pantalla muestra de inmediato su escasez y el tributo queda partido por la mitad. Las imágenes que guardan los archivos televisivos no hacen justicia con el homenajeado.

En el caso de Sofovich, las cosas se facilitaron frente a la urgencia de la situación porque el fallecido, como sabemos todos, cumplió hasta el final con su hiperactiva vocación de trabajo televisivo. Además de eso, le sobraba tiempo para comprometerse en toda clase de polémicas. Había, en consecuencia, material de sobra en los archivos de los últimos años.

Pero el viaje hacia el pasado más lejano de Sofovich, el de sus mejores momentos como creador de éxitos, resulta en cambio estéril. Lo que abunda rastreando las grabaciones de las últimas dos décadas se transforma en un páramo si buscamos más lejos hacia atrás.

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