Gerardo Martino: 'El azar tiene una deuda conmigo'

La pelota de béisbol va de una mano a la otra. La maneja con autoridad. Como si supiera. porque sabe. Cuenta que los dedos se colocan en función de las costuras y eso influye sobre el efecto, las bolas rectas, las curvas, el slider. El director técnico del seleccionado argentino de fútbol fue un buen pitcher en las divertidas tardes de su niñez en el Club Provincial de Rosario. Un poderoso brazo derecho lo paraba en el diamante. Gerardo Martino espía el pasado con algo de melancolía. Está convencido de que la felicidad anida en los pequeños detalles. Y que los sitios de menor exposición son los que no engañan ni deforman, los que evitan enamorarse excesivamente de uno mismo.

"Tengo una profunda añoranza por volver al rinconcito donde alguna vez he estado. En el rinconcito sos más vos, trabajás lo que querés trabajar, llevás todo hasta las últimas consecuencias. Uno se da cuenta de todo eso recién en el final. Lo añoro, sí. Pero también es verdad que uno va cumpliendo objetivos. No se puede llegar a Barcelona o la selección argentina y pretender seguir en un rinconcito", cuenta Gerardo Martino, ya sumergido en una entrevista distinta. Abierto a bucear por los recovecos desconocidos de su vida.

-Reconociste que en Barcelona no siempre fuiste fiel a vos mismo. ¿En la selección nunca te traicionaste?

-Es verdad, en Barcelona me pasó. Pero acá no, en ningún caso.

-¿Alguna vez renegás de tu carrera?

-El azar me debe algo, tiene una deuda conmigo. Yo no lo comento mucho., pero si lo repasás, te cambia la carrera. Y también tiene que ver con cómo lo instala el periodismo. No es lo mismo un tipo que perdió las dos finales de Copa América que disputó o que las dos finales de Libertadores que jugó como futbolista también las perdió, o que las dos semifinales de Libertadores que enfrentó como entrenador. también las perdió. Todo eso cambia la percepción, seguro. No me quejo, pero tal vez un guiño me faltó.

-Ya llevás un tiempo viviendo nuevamente acá. ¿Te sentís cómodo? ¿Cómo observás al nuevo gobierno?

-Me costó bastante la readaptación apenas volví de Paraguay, porque aquellos fueron muchos años afuera. Hubo un momento, al principio, en el que iba buscando de nuevo mi lugar, más allá de que nunca me despegué de Rosario. Lo de Barcelona no lo pongo como una situación de desarraigo porque en definitiva fueron 11 meses. Ya estoy totalmente afianzado, y si bien nosotros estamos en un ámbito donde no nos pega tanto la realidad del país, es cierto también...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR