Gente que no: definirnos por aquello que rechazamos

Cuenta Javier que de un tiempo a esta parte una crítica circula cada vez menos silenciosa dentro de la asociación de productores de alimentos orgánicos que integra desde sus comienzos. "Los que producen alimentos veganos quieren echar a los productores de alimentos de origen animal, quieren que el mercado donde nos juntamos desde hace años para ofrecer nuestros productos sea sólo para veganos", precisa Javier, de 45 años, que recuerda que la asociación surgió con la idea de tender puentes entre productores y consumidores que compartan la búsqueda de una alimentación saludable.

Hoy, hay quienes quieren que por ese puente pasen sólo aquellos afines a sus restrictivos criterios; el resto que camine, pero lejos. Ésta es sólo una anécdota cuya resolución limitará sus efectos a los involucrados. Sin embargo, llama la atención sobre las dificultades para la interacción social que plantea el número cada vez mayor de personas que se definen por lo que no hacen o no consumen: gente que no. Gente que no consume productos animales; gente que no come alimentos cocidos; gente que no se vacuna ni vacuna a sus hijos; gente que no compra y que elige tomar lo que necesita para vivir de la basura o de donde sea en tanto no implique el uso de dinero; gente que no anda en auto y cuelga de su bicicleta el cartel "una bici más, un auto menos"...

La lista sigue y hay nombre para (casi) todos: veganos, freeganos, rawers... Tribus urbanas, les dicen algunos. Pero es justamente el hecho de que la identidad de sus integrantes esté construida en torno a aquello que no hacen lo que establece la diferencia con otras agrupaciones en las que la identidad de grupo se erige en torno a lo que sí propugnan: desde al amor libre o el colaboracionismo hasta la defensa de la ecología o el fanatismo por un grupo de rock.

Hay quienes sostienen que la búsqueda de definir la propia identidad por lo negativo es una marca de época, que responde a múltiples cambios culturales. "Una de las respuestas de la filosofía dice que lo que soy lo soy en relación con lo que no soy. Así, si preguntan sobre mí, van a responder que soy la prima de, la hermana de, la amiga de... Una red de relaciones en la cual soy un nodo en relación con los otros que terminan definiéndome. En cambio, en una cultura hiperindividualista, coronada por el culto del yo, ya no me defino por una red de relaciones, sino por elecciones negativas que definen mi identidad por la diferencia con los otros", sostiene Diana Cohen...

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