Género. Salvaron la vida de una mujer, pero fueron acusados de matar al agresor

Ensangrentada por los cortes, con su agresor sobre ella, cuchillo en mano y dispuesto a dar otra puñalada, la mujer vio a tres hombres que con sus cuerpos formaron una barrera para impedir el ataque de su expareja, un policía neuquino que estaba decidido a matarla y que apuñaló a uno de esos pintores desarmados que evitaron el femicidio. Todo fue rápido. En el forcejeo el puñal cambió de manos. Y el atacante murió. "Yo no tengo dudas, Dios los puso en mi camino. Son héroes. Me salvaron la vida", dice Bárbara Vázquez, preocupada ahora por el destino de quienes la defendieron en una calle de San Martín de los Andes el pasado 22 de diciembre. Dos de ellos están acusados de homicidio en exceso de la legítima defensa. El otro aún no puede caminar por la seria herida sufrida en el barrio Alto del Sol y sería imputado al igual que sus compañeros.Ricardo Flores escuchó ese día el sonido de un auto acelerando y después un golpe seco. Estaba a punto de comenzar a pintar una casa junto a su hijo, también llamado Ricardo Flores, y su ayudante, Carlos Ancatel. "Les dije que fuésemos a ayudar a quienes estaban en el auto", recordó el pintor en diálogo con LA NACION. Alrededor del auto, al menos una decena de vecinos se mantenían distantes, observando la situación. Flores vio cómo la mujer herida salía del auto y caía en el suelo pedregoso, retorciéndose de dolor. Él, su hijo y Ancatel fueron los únicos en acercarse. Ignoraban que el accidente había sido causado por un manotazo al volante de Bárbara, en un intento desesperado de salvarse de César Aguilera, su expareja y padre de su hija de ocho años.Ese hombre, un policía retirado con antecedentes psiquiátricos, había violado la orden de restricción de acercarse a Vázquez, secuestrándola pocos minutos antes en el centro del pueblo para llevarla hacia la montaña. Dentro de vehículo, la mujer recibió golpe y fue cortada varias veces con un pequeño cuchillo.Mientras Flores se acercaba a la mujer, Aguilera salió del auto empuñando un objeto de punta brillante que Flores pensó era un destornillador. Cuando lo vio acercarse hacia Vázquez, que herida intentaba en vano levantarse, descubrió que era un cuchillo largo, con empuñadura de alpaca. Los hechos se precipitaron cuando Aguilera se tiró encima de Vázquez. "Empezó a golpearla", relató Flores a LA NACION: "Nadie se atrevía a acercarse porque tenía un cuchillo y la mirada de alguien que tiene mucha bronca, que está fuera de sí". Flores, su hijo y Ancatel...

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