Gemelos: Dos pilares del modelo, en problemas

Bien podría tratarse de un test. ¿Qué familia no estaría preocupada si los gastos crecen más que los ingresos del hogar? ¿Quién no miraría con zozobra a su alrededor si para soportar esos gastos debiera recurrir cada vez con más frecuencia a todas las reservas que encuentre a su paso? ¿Qué comerciante no se alarmaría si siempre vende lo mismo, aunque sea más caro, pero necesita comprar más para vivir? ¿Cómo reaccionaría ese empresario si toma conciencia de que tiene serios problemas en su estructura productiva y que, tal como está la cosa, deberá comprar cada vez más bienes? Las respuestas seguramente serán tan variadas como gente se pregunte. Más allá de eso, es posible que haya un común denominador: nadie se quedará quieto, salvo que pretenda caminar hacia la autodestrucción.Algo de esto le pasa a la Argentina. Por un lado, el ritmo de los gastos crece de tal forma que ya no hay billetera que aguante. De hecho, el país está en déficit y para maquillarlo recurrió al Banco Central (BCRA) y a la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses). Dicho de otro modo, se habla de superávit primario (antes del pago de los intereses de la deuda), pero para que eso ocurra se descapitalizan dos organismos. Uno, encargado nada más y nada menos que de mantener el valor de la moneda, y el otro, de asegurarles la jubilación a varias generaciones.Y si se llevara el caso del comerciante a la Argentina, la cosa no estaría mejor. Las ventas al exterior están quietas. Los volúmenes no crecen, aunque sí el monto de lo que se vende. Todo, gracias a los extraordinarios precios de las commodities . Sin embargo, a poco de mirar hacia adentro, hay algunos factores que preocupan, como, por ejemplo, la limitación de la capacidad instalada -energética, por caso- o la falta de crédito para inversiones, que permitirían ser más agresivos en las ventas externas. Como si fuera poco, las compras al exterior crecen y crecen. Un cierto atraso del tipo de cambio, producto de la inflación, torna cada vez más conveniente comprar bienes terminados en las góndolas del mundo que producir en el país.Dos pilares del modelo económico que gobierna desde 2003 están en problemas: los superávits comercial y fiscal, también llamados gemelos. Y si ese proceso sigue, las consecuencias para la economía argentina pueden ser traumáticas. Sin ahorro y sin ingreso de dólares, los caminos se estrechan a la hora de dar respuestas a crisis, corridas o a impartir certezas en momentos de desconfianza.Las dos...

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