Sin garantía de éxito, desistió el Gobierno de llamar a sesiones extraordinarias

Sin el respaldo del peronismo ni de la CGT, el Gobierno decidió ayer no convocar a sesiones extraordinarias en febrero. Con esta determinación, el presidente Mauricio Macri puso de manifiesto su intención de enfriar el debate legislativo, que tuvo en diciembre último su pico máximo de exposición con la sanción de la reforma previsional.

El Gobierno tomó nota del desgaste que significó la aprobación del nuevo cálculo para los haberes jubilatorios y quiso evitar una batalla legislativa con resultado incierto. En la Casa Rosada aún procesan la caída de la imagen presidencial y de las expectativas futuras.

El encargado de hacer pública la decisión de Macri fue el jefe de Gabinete, Marcos Peña, quien en su primera conferencia de prensa del año sobrevoló varios temas.

"Como dato principal quería comunicar que el Presidente ha tomado la decisión de no convocar a sesiones extraordinarias en febrero y trabajar a partir de su mensaje del 1° de marzo en un calendario legislativo regular para poder dar todos los ámbitos de debate y desarrollo normal a la vida parlamentaria", sostuvo el ministro coordinador.

Según declaró Peña, la decisión se tomó "en conjunto con las autoridades parlamentarias y en función de tratar de trabajar en la normalización de la actividad parlamentaria en sesiones ordinarias".

En rigor, desde el Congreso, las principales espadas de Cambiemos ya le habían advertido a la Casa Rosada que no había margen para forzar en el Parlamento ninguna de las tres reformas que Macri pretendía incluir en el decreto: la reforma laboral, la reforma política y la reforma del Ministerio Público Fiscal.

Ninguna de las tres iniciativas tenía el respaldo de la totalidad del Bloque Justicialista en el Senado. Incluso, Miguel Ángel Pichetto le transmitió al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, que no compartía la urgencia que mostraba el Ejecutivo por sesionar el próximo mes.

Pese al freno, el Gobierno está convencido de que alcanzará la aprobación de las tres normas, que Macri considera prioritarias, a lo largo del año.

Además, Peña defendió el DNU, que publicó la última semana el Gobierno, con 170 medidas que simplifican una serie de procedimientos y aceleran procesos que permitirán darle mayor competitividad a la economía.

"Es muy importante porque elimina muchísimas trabas que se habían ido acumulando con el tiempo y elimina muchas normativas de muchas décadas atrás que ya habían quedado obsoletas, pero que trababan el proceso de inversión y de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR