Ganar, esa añeja necesidad del Pato Cabrera

Angel Cabrera pensó la pregunta un instante y enseguida cayó en la cuenta: "¿Sabés que no me acordaba de que no gano ningún torneo desde el Masters 2009?". Fue tan grande su conquista en el Augusta National que el tiempo transcurrió para todos sin reparar demasiado en la sequía de triunfos del cordobés. "Ahora me generaste una presión", bromeó el Pato, con esas salidas risueñas que descolocan. Pues bien, Nordelta prepara el escenario para que el hombre de Villa Allende interrumpa tres temporadas y media sin levantar trofeos. Marcha puntero en el 107º Visa Open junto con el mexicano Oscar Fraustro y construye un sueño íntimo, ése que prefiere no revelar a viva voz por prudencia. Sobre todo porque un campo indomable como este par 72 es capaz de dar vuelta el tablero en los últimos 36 hoyos.El Pato debe ser el más paciente en esta cancha que se piensa tiro a tiro y que no admite una sola distracción. Allí están las lagunas, amenazantes para arruinar una vuelta, principalmente en el tramo final. Todo influye para que el camino hacia el éxito le resulte áspero. Hasta las efemérides, ya que además se cumplieron diez años desde su último título del Abierto. Suena muy lejana su victoria de Hurlingham 2002, cuando quizá no soñaba en convertirse en un doble ganador de Majors. Claro que sus compañeros de threesome de hoy, Fraustro y Daniel Altamirano (-8, a un golpe), emprenderán una aventura a pura excitación por el sólo hecho de jugar al lado de Cabrera. En su cuenta de Twitter, el mexicano escribió: "Jugaré la tercera ronda con el campeón del US Open y del Masters. ¡Wow!". Y el entrerriano dijo: "El Pato es mi ídolo. Viví un largo tiempo en Córdoba y él me ayudó mucho en mis comienzos al comprarme equipamiento. Jugar al lado de él será una sensación única".Cabrera se planteó la meta de lograr una segunda vuelta bajo el par y lo consiguió: sus 70 golpes valen, cómo no, más allá de que en los primeros siete hoyos no agregó más birdies debido a algunos putts accesibles que falló. Quizás haya ido en contra de su esencia, la que lo impulsa a arriesgar siempre, pero sabe que en Nordelta es cuestión de armarse de paciencia e ir por lugares seguros. "Lo importante es estar donde estoy. Es una cancha en donde no te podés descuidar; por más experiencia que tengas, con un par de golpes malos se te complica todo".En las primeras horas de la tarde, el mexicano Fraustro ya había fijado un gran...

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