Ganancias: la lenta salida del laberinto

Con un salario bruto de $ 45.000 promedio durante este año, un empleado sin cargas de familia pagará por el impuesto a las ganancias unos 11 pesos de cada 100 de su remuneración total: concretamente, y considerando la eximición del medio aguinaldo que se cobrará en diciembre, irán al fisco $ 64.000 en todo este año o, dicho de otra manera, poco menos de un mes y medio de lo producido por el trabajo de la persona en cuestión.

Si el próximo año este asalariado tiene un ingreso mensual promedio superior en un 20% ($ 54.000) y si se aprobara el proyecto de ley que el martes último envió el Gobierno al Congreso, la carga fiscal equivaldría entonces en 2017 a unos 8 pesos por cada 100 del salario bruto. Suponiendo que se trata de alguien que logró mantener el poder adquisitivo de lo percibido a lo largo del tiempo, resulta que las medidas previstas para 2017 lo llevarían a pagar menos impuesto que este año y que en los períodos previos, pero eso sólo hasta 2012. La carga fiscal sería mayor que la pagada entre 2006 y 2011 (siempre medida como el porcentaje efectivo de la remuneración que significa el monto del impuesto y suponiendo ingresos de igual poder adquisitivo). El peso de la imposición será, al menos en este caso, similar al de 2005 y, nuevamente, será superior si se mira lo ocurrido hasta el año 2004.

El efecto de un alivio con respecto a 2016 sería menor si se considera a quien hoy deduce a su cónyuge y a dos hijos: el proyecto oficial (no así los de la oposición) busca eliminar la posibiliad de deducir al cónyuge. Por eso, para un caso así y con un salario actual de $ 45.000 (y de $ 54.000 en 2017) el peso del impuesto caería muy levemente.

Las conclusiones y los datos mencionados surgen de un informe elaborado por economistas del Ieral de Fundación Mediterránea, que se propuso medir qué peso tuvo en cada año Ganancias, desde fines de los 90, sobre ingresos de igual poder de compra en cada período. Es decir: se consideraron determinados niveles salariales definidos en pesos a valor de 2016 y se hizo la corrección para cada año en función de la inflación.

En un caso como el de un salario actual de $ 25.000, por su parte, en los años previos a 2000 o entre 2007 y 2011, no se pagó impuesto y ahora sí.

En varios de los casos alcanzados ahora por Ganancias se trata de salarios que hasta 2015 habían quedado al margen pero sólo en virtud de lo que las personas habían cobrado en los ocho primeros meses de 2013 y sin importar lo que había pasado...

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