Gael García Bernal y el fantástico ejercicio de habitar la poética de Pessoa

Como sucede con la producción poética y literaria del escritor portugués Fernando Pessoa, el mexicano Gael García Bernal (a quien todo indica que ni hace falta presentar) también parece desdoblarse en varios otros (o en él mismo) dispersos por el mundo (o por su propio mundo creativo).

En enero terminó de filmar en México Chicuarotes, su segundo film como director. En febrero se paseó por la alfombra de la Berlinale, en la capital alemana, a donde fue a presentar la película Museo, la ópera prima del mexicano Alonso Ruizpalacios, que él coprotagoniza. El domingo, en Los Ángeles, cantó en la ceremonia de los Oscar "Recuérdame", interpretación que a la vez se multiplicó en diversos memes. El tema pertenece a la premiada película de animación Coco, en la que el mexicano puso la voz del personaje de Héctor.

Mientras todas esas voces se desplegaban, acá, en Buenos Aires, estaba dándole forma a la obra de teatro Ejercicios fantásticos del yo, en la que hace de Pessoa. "Debe ser que yo también tengo mis otros yoes, mis heterónimos", apuntaba durante una charla con la nacion hace unas semanas. En la obra, como en un juego entre la ficción y realidad, un heterónimo le reprocha que no puede seguir desperdigando sentidos por el mundo.

Teatro Coliseo, anteanoche. Pasada general del espectáculo. "Obra en 37 escenas para 7 actores y un becerro", apunta el texto escrito por la periodista y escritora mexicana Sabina Berman (aquí se estrenó una obra suya que, casi como un chiste de Pessoa, tuvo dos títulos: Testosterona y Todo o nada). En la primera escena de Ejercicios... entra Soares (interpretado por Javier Lorenzo). Dice: "Buenas tardes o noches, pero mañanas no. Les pido, por favor, que me imaginen". Desde el sábado, y solo por 10 semanas, este texto cumplirá el rito de representarse en el Coliseo bajo la dirección de Nelson Valente (el mismo de El loco y la camisa y de otras dos obras que tiene en cartel que se suman a su trabajo habitual en la sala Banfield Teatro Ensamble).

La trama del montaje, con sus bifurcaciones, cuenta un día en la vida de Fernando Pessoa (1888-1935), que tuvo lo suyo: ese 29 de junio de 1914, mientras varios países europeos estaban movilizando sus ejércitos en momentos previos a la Primera Guerra Mundial, Pessoa no consiguió ni la mano de su amada (Vanesa González) ni obtuvo el Gran Premio de la Reina Victoria de Poesía. Sumado a eso, perdió una cuenta en la agencia de publicidad para la cual trabajaba y a la editora de sus...

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