Gabriela Michetti: 'Los planes son un derecho, no regalos que da la Presidenta'
Exultante. Así se la vio a Gabriela Michetti al ingresar a la Redacción de LA NACION para participar del ciclo Conversaciones. Después de su derrota porteña a manos de , la decisión de Mauricio Macri de elegirla como candidata a la vicepresidencia parece haberle sentado bien y no lo ocultó.
Mostró confianza en el desempeño de Pro tanto en la Capital como a nivel nacional, valorizó su candidatura vicepresidencial, criticó la herencia social y cultural que dejará el Gobierno cuando termine el mandato de Cristina Kirchner y habló de su relación con Mauricio Macri y con el papa Francisco.
También se animó a imaginar cómo sería la relación de un gobierno de Pro con un Congreso con fuerte presencia kirchnerista y reflexionó sobre el rol opositor en el escenario político actual.
-¿Su candidatura a vicepresidenta es un premio consuelo?
-No, no es un consuelo, la valoro muchísimo. Hay que recrear el cargo de vicepresidente, que viene muy bastardeado. Me refiero a la situación de [Amado] Boudou y a las peleas de vices y presidentes que hemos visto en las últimas décadas en la Argentina. La vicepresidencia debe ser un lugar de defensa de los intereses de los ciudadanos.
-¿Qué pasaría con la candidatura de Macri si Pro hiciera una mala elección en la Capital el 5 de julio?
-Vamos a hacer una muy buena elección. El 70% de los porteños apoya la gestión de Pro. La gente valora que se le han mejorado las condiciones de vida. Sabemos que sacar más del 50% de los votos es dificilísimo. Vamos a ganar igual, pero vamos a pelear por hacerlo en primera vuelta.
-¿Por qué Pro no pudo replicar su acuerdo nacional en lugares como la Capital y la provincia de Santa Fe?
-No hay que asustarse por ese tema. Hay realidades de territorios que no se condicen con lo que pasa a nivel nacional. Me hubiera encantado un acuerdo en la Capital para no tener esta tensión con dirigentes que, en lo nacional o en otras provincias, estarían mucho más cerca nuestro. Pero Pro, el radicalismo, la Coalición Cívica y otros espacios lograron una interna nacional que pelea por un cambio.
-¿Cómo es su relación actual con Macri? Él solía decir que eran como hermanos.
-Nunca dejamos de serlo. Podemos tener tensiones muy fuertes, pero sabemos que el otro siempre actúa de buena fe. La relación de fondo y el afecto siempre están. En el momento de mayores diferencias, nunca dejamos de conversar. Es una relación como de hermanos, que se quieren mucho. Pueden pelearse y discutir, pero en poco tiempo...
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