Furious Key podría ir a correr a Miami

Alfredo Camogli no se cansa de decir que al Gran Premio Joaquín V. González lo ganaron entre Furious Key, Walter Suárez y su esposa Fernanda Álvarez; Hernán, el veterinario que es de su familia, y Coria, "que lo corrió extraordinariamente bien".

Camogli es el dueño del haras El Alfalfar y quien se quedó con las ganas de disfrutar de la victoria del jueves in situ, porque ese día de lluvia viajar hasta La Plata se le hizo cuesta arriba a su grupo de amigos. "Íbamos a ir con Atho [González Álzaga] y varios más, pero estaba feo, decían que había un corte en el camino. Se decidió quedarnos y ver las carreras desde la sede de Alvear." La victoria los sorprendió bajo techo, en el Jockey Club, a sesenta kilómetros de distancia de donde festejaban.

Furious Key es de la generación de Todo Tango Key, otro de los buenos que en 2009 salió del campo del productor sojero. Es ganador ya de 14 carreras y tiene un Grupo 1 en la mochila; doble mérito para un caballo sangrador que esta vez se impuso sin ser tratado con furosemida, porque ese diurético no está admitido en las carreras de ese nivel.

"Es un caballo buenísimo, valiente; ganó corriendo por donde no se puede, por adentro, pero Facundo [Coria] lo llevó extraordinario.

"El caballo corrió con diez kilos menos que la última vez. Bajó de 536 a 526 kilos. Estuvo 36 horas sin pasto, acortado, de una manera casi cruel; sólo con suero glucosado por esa historia de que no se puede dar Lasix. La victoria es mérito de Hernán Camogli y Suárez, que lo llevaron al minuto. De todas maneras, después de la carrera sangró un poquito. No mucho. Furious Key merecía ganar una carrera como ésta y nos tiramos a la pileta."

Se le consulta hasta dónde hubiera llegado Furious Key si no fuera sangrador. Camogli tiene dos...