Un fuerte tropezón que abre dudas en el rumbo

CARACAS.- Desde hacía tiempo la Argentina basquetbolística no recibía un golpe como el de ayer. Dominicana la vapuleó más en el juego que en el resultado, de por sí amplio, 91-72, y puso un signo de interrogación en su potencial en este Campeonato FIBA Américas, en el que persigue una de las cuatro plazas para el próximo Mundial. El choque fue por la 2» fecha del Grupo B, en el que el perdedor tendrá hoy jornada libre.Tras el 95-60 a Paraguay sin exigirse, los primeros apuros serios en el torneo aparecieron muy pronto en el partido. Dominicana planteó tempranamente una defensa en zona a la que los dirigidos por Julio Lamas no encontraron solución. Ante esa situación, Luis Scola, que en la preparación para esta competencia ensayó su nuevo perfil de triplero, estrenó esa condición anoche en el torneo. Pero falló los dos primeros intentos, a lo cual sumó un fuerte foul ofensivo a Jack Michael Martínez y hasta recibió una tapa de Francisco García. Con su líder errático (ver aparte), la Argentina sufrió además por la eficacia ajena: los centroamericanos fueron certeros en los tiros de tres puntos e hicieron daño cerca del aro. Así cerraron el primer cuarto con un 26-14 sorprendente.A Lamas, que debió pedir su primer tiempo muerto en el campeonato para cortar una andanada adversaria, no le habían funcionado los cambios de Juan Gutiérrez por Marcos Delía y Selem Safar por Marcos Mata en pos de contrarrestar la zona rival con mejores tiradores. Pero encontró una solución impensada: correr en cada posesión, aunque enfrente hubiera un conjunto atlético. Todo rebote defensivo y todo corte de pase terminaron en contragolpe rápido. Uno fue de lujo: a toda velocidad, Facundo Campazzo entregó de faja a Nicolás Laprovittola, que definió con una bandeja pasada. El mejor momento celeste y blanco en el encuentro permitió contraer la desventaja a dos puntos (39-41) en el cierre de la mitad inicial.Pero el tercer período llevó una mala noticia para la Argentina: empezó como el primero, pero duró más en esa tesitura. Dominicana se hizo un festín de triples y convirtió también en la llave, mientras al campeón sudamericano no le salían los tiros de tres, los cortos, las defensas, nada de nada. Y las cortinas ajenas eran un jeroglífico táctico para los albicelestes. El contraste entre inspiración y desánimo se notó en el marcador: la desventaja llegó a ser de 26 tantos (70 a 44), aunque la etapa terminó en 72-49.La leve mejoría argentina continuó a inicios del...