Tres frentes gremiales acechan a Cristina

"Yo no soy Isabelita. A mí no me va a voltear la UOM." Con esa comparación, la Presidenta comunicó al intendente de Quilmes y gremialista metalúrgico Francisco Gutiérrez, el dramatismo con que sigue uno de los conflictos sindicales que se abrieron el viernes pasado: el delegado por los empleados en la asamblea de Siderar votó contra el Gobierno en la pulseada por incorporar a la compañía más directores de la Anses. Es uno de los tres desafíos que le llegan a la Presidenta desde el gremialismo. La CGT también se ha estremecido por el proyecto de reforma del sistema de las obras sociales http://www.lanacion.com.ar/1366233-buscan-cortar-un-beneficio-de-la-cgt. Además, el Ministerio de Trabajo debió dedicar el fin de semana http://www.lanacion.com.ar/1366460-reunion-clave-por-el-conflicto-petrolero que paralizó la producción de crudo por 18 días en Santa Cruz. El paro llevó al secretario de Energía, Daniel Cameron, a advertir que el abastecimiento de naftas de los próximos días podía estar en riesgo. Así comienza, entonces, la semana de Cristina Kirchner: con su política amenazada por un cerco sindical.No debería llamar la atención que los actores corporativos se expandan en una época en la que los partidos políticos no consiguen celebrar con normalidad una interna. La tragicomedia de la UCR y el Peronismo Federal convive en las páginas de los diarios con los estremecimientos gremiales que mortifican al Gobierno. Tampoco debería sorprender: a la hora de organizar el poder, ella prefiere, en la escuela de su esposo, las transacciones sectoriales al diálogo político.El diálogo en el que la señora de Kirchner recordó el derrumbe de la señora de Perón se produjo el viernes pasado. Recién finalizaba la asamblea de Siderar y el representante de los trabajadores por el programa de propiedad participada, un metalúrgico, había votado junto a los accionistas privados para que se postergara la incorporación de nuevos representantes de la Anses.La UOM prestó un servicio catastrófico a la señora de Kirchner. No sólo demoró la aplicación de su decreto. Además, atestiguó que, ya no para los diabólicos ejecutivos de Techint, también para los empleados es preferible que los muchachos de La Cámpora no ingresen en el directorio. Como el resto del gremialismo, los metalúrgicos creen tener más derecho a representar a los contribuyentes de la Anses que los militantes juveniles que rodean a la Presidenta.El avance oficial sobre las empresas se sostiene en el impecable argumento de...

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