Un frente abierto para el nuevo gobierno

Diez días antes de dejar el poder, el kirchnerismo le dio al sindicalismo del subte porteño un empujón de conflicto: el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, otorgó la personería gremial a la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (Agtsyp). Hacía cuatro años que los llamados metrodelegados pugnaban por esta bendición. Vienen conviviendo bajo tierra con la Unión Tranviarios Automotor (UTA), el único gremio que podía hasta ahora sentarse a la mesa de negociaciones paritarias y que mantiene una dura puja con la Agtsyp.

Con esta decisión, la poderosa UTA (tiene el control de los colectivos) perdería la representación de los trabajadores del subte; en el derecho sindical argentino no existe la posibilidad de que dos sindicatos representen una misma actividad. Y además es minoría. Entonces, los metrodelegados negociarán salarios y establecerán las nuevas condiciones laborales con el jefe de gobierno electo, Horacio Rodríguez Larreta.

Los sindicalistas de la Agtsyp, encabezados por Roberto Pianelli y Néstor Segovia, son aliados al kirchnerismo. Entre el 3 y el 14 de agosto de 2012 llevaron adelante el paro de subtes más extenso de la historia: 10 días ininterrumpidos de corte total por reclamos salariales y por obtener la representación legal del subte. Querían el poder e hicieron lo...

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