Freiler omitió declarar las mejoras en su nueva casa

Si Cristina Kirchner hubiese decidido, allá por 2013, salir de la quinta presidencial para caminar por Olivos se hubiese encontrado -justo al cruzar la calle Villate- con veredas partidas, difíciles de sobrepasar. En la esquina con Catamarca se levantaba una casa de dos pisos, ladrillos a la vista y portones verdes, semi-abandonada. Dos años después, el caserón blanco del camarista Eduardo Freiler luce renovado, con portones y ventanas nuevas, y con reformas edilicias sobre el frente.

Pese a la dimensión de las obras, el juez de la Cámara Federal no informó las reformas de su nueva casa en la declaración jurada 2015. Freiler explicó que adquirió la propiedad en junio de 2014 por $ 2.5 millones, aunque no agregó entre sus activos las refacciones que se extendieron por más de un año, según pudo reconstruir LA NACION entre distintos testigos y documentos fotográficos.

Tanto los funcionarios del Poder Ejecutivo como los magistrados suelen informar ante el Consejo de la Magistratura sobre las reformas en sus inmuebles que incluso pueden superar el valor fiscal de la propiedad. Por ejemplo, uno de los jueces federales porteños declaró refacciones por un valor seis veces superior al del inmueble.

El caserón blanco de Freiler registró los primeros movimientos en julio de 2014, días después de que Freiler firmara la escritura. Catorce meses después, LA NACION comprobó que cuatro albañiles todavía trabajaban en los arreglos de la fachada.La casa es imponente: son casi 600 m² construidos sobre un terreno de 1200 m², según consta en la escritura pública a la que accedió este diario. Desde la segunda planta, incluso, se puede disfrutar de una vista privilegiada de la quinta presidencial.

¿Cuál es el sueldo de Freiler? Según lo declarado, su único ingreso es su salario como miembro de la Sala I de la Cámara Federal, que es de $85.000 por mes.

La valuación fiscal de la propiedad es de $5.3 millones, detalla la escritura. La mitad de lo declarado. Freiler compró la casa por apenas $2,8 millones. Cualquiera de los dos valores está por debajo de las estimaciones de mercado que -según los expertos inmobiliarios- superan ampliamente el millón de dólares.

Pero el juez ni siquiera debió desembolsar esos $ 2.8 millones al momento de la operación. Pagó $ 1,6 millones al contado y acordó que la suma restante la pagaría al cabo de un año.

Freiler volvió a quedar bajo la lupa la semana pasada cuando LA NACION difundió su declaración jurada de 2015, documento que...

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