Francisco y los divorciados

Entre las señales de cambio y las expectativas de reforma en la Iglesia Católica, sin duda despiertan esperanza e inquietud las alusiones a la situación de los fieles divorciados y vueltos a casar. Sustancialmente de lo que se habla es del acceso a la comunión eucarística que las personas en esa condición "irregular" hoy no pueden recibir. También se suscita conflicto con otro sacramento, el llamado de la confesión o penitencia, ya que uno de sus requisitos es que exista en el penitente un auténtico "propósito de enmienda" que al no romper la segunda unión que establecieron al volver a casarse queda implícito que faltó. La situación que se define como "irregular" incluye a muchas personas que no han anterior, pero que han formado una familia con una persona separada, condición en la que quedan asimismo excluidos de la comunión junto con su cónyuge reincidente.En un enfoque que desplaza la centralidad de lo jurídico y lo formal para atender con mayor preocupación la realidad pastoral, el prestigioso cardenal alemán Walter Kasper, de notoria sintonía con el Papa, se refirió al delicado asunto en su largo discurso durante el consistorio dedicado a la familia, el mes pasado. Allí, ante Francisco y más de 150 cardenales de todo el mundo, Kasper dedicó la parte final de su alocución a reflexionar sobre el problema de los divorciados vueltos a casar, que generó una amplia repercusión en los medios de prensa, al sugerir que tal vez "podrían ser admitidos al sacramento de la penitencia y luego a la comunión". El acreditado teólogo explicó que la preocupación de los pastores no puede "detenerse después del fracaso del matrimonio", y que es tarea de la Iglesia "permanecer cerca de los divorciados". Sin poner en cuestión la indisolubilidad del matrimonio sacramental, según la tradición, comparó la situación actual de muchas parejas a la luz de temáticas como el ecumenismo o la libertad religiosa que llevaron a que el Concilio Vaticano II, sin quebrantar el dogma, abriera nuevos caminos. Observó que, más que pensar en soluciones generales, conviene distinguir con cuidado las múltiples situaciones particulares. Considerar con criterio pastoral las eventuales causas de la nulidad matrimonial se corresponde con comentarios que en algún momento deslizó Bergoglio.El citado cardenal alemán subrayó que la Congregación para la Doctrina de la Fe -que dependió durante largos años del entonces cardenal Joseph Ratzinger- planteó que quienes están divorciados y vueltos a casar...

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