Francisco: 'Ármense de amor y justicia'

BANGUI.- "A todos los que usan injustamente las armas en este mundo, yo lanzo un llamamiento: depongan estos instrumentos de muerte: ármense más bien de justicia, amor, misericordia, auténticas garantías de paz."

Francisco ayer volvió a hacer historia en la última y más arriesgada etapa de su viaje a África, que hizo pese a la objeción de muchos que temían por su seguridad. No sólo llevó un mensaje de paz, esperanza y reconciliación a la República Centroafricana, un país desangrado por una guerra civil que lleva tres años. En un gesto extraordinario, con el que rompió una tradición milenaria, también inauguró fuera del Vaticano y en forma anticipada el Jubileo de la Misericordia, algo sin precedente. Lo hizo al abrir la Puerta Santa de la catedral de Bangui, una ciudad militarizada por los enfrentamientos entre una milicia cristiana y otra musulmana, dominada por la presencia de 12.000 militares de las Naciones Unidas y un contingente de 900 soldados franceses.

Además, en medio de un clima de guerra, con blindados patrullando las calles y helicópteros de la ONU revoloteando en el cielo, visitó un campo de refugiados y un hospital de niños al que llevó medicamentos.

"Hoy Bangui se convierte en la capital espiritual del mundo", dijo en la catedral, una simple iglesia de ladrillos de barro enclavada en una ciudad de casas bajas, calles de tierra roja y colinas de vegetación tropical color verde intenso. "El Año Santo de la Misericordia llega adelantado a esta tierra, una tierra que sufre desde años la guerra, el odio, la incomprensión, la falta de paz", agregó, mientras un sacerdote local traducía en sango, el idioma local, y una multitud congregada en la plaza frente al templo gritaba de júbilo.

Según la bula con la que convocó el Jubileo de la Misericordia, el Año Santo se inaugurará el próximo 8 de diciembre en Roma. Pero Francisco, en otro gesto de ruptura, descentralización y atención a los que más sufren, cambió las cosas.

"En esta tierra sufriente están todos los países del mundo que han pasado por la cruz de la guerra. Bangui hoy se convierte en la capital espiritual de la oración y de la misericordia del Padre. Todos nosotros pedimos paz, misericordia, reconciliación, perdón, amor. ¡Por Bangui, por toda la República Centroafricana y por todos los países que sufren la guerra, pedimos paz!", exclamó.

Luego, en un clima de máximo recogimiento, se dio vuelta hacia la puerta principal y central de la catedral y la abrió, empujándola con...

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