El fracaso de la ley de medios

A casi cinco años de la sanción de la llamada , puede afirmarse que hoy las decisiones trascendentes en el ámbito audiovisual siguen emanando de la Casa Rosada y que la conformación de la Administración Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca) y de su directorio ha distado de tener como resultado la independencia del Poder Ejecutivo Nacional.Prácticamente el único cambio con respecto al viejo decreto-ley de radiodifusión es que antes obedecía una sola persona, el interventor del Comité Federal de Radiodifusión (Comfer), y hoy lo hace una oscura mayoría automática de cinco miembros de un directorio sobre un total de siete. El resultado no es más democracia, pluralismo y federalismo, sino el mismo autoritarismo centralizado en el Poder Ejecutivo.A la hora de efectuar un balance, no puede obviarse que el directorio de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca), presidido por , se reunió sólo diez veces entre noviembre de 2013 y agosto de 2014, una cantidad por demás exigua para un órgano pretendida aunque falsamente plural, conducido por un ente federal que creció burocráticamente en la desmesura de contar hoy con 36 delegaciones extendidas en el territorio nacional, superando a la propia Policía Federal, y con una multitudinaria plantilla de personal permanente y contratado absolutamente politizado.Al igual que su titular, la gran mayoría de los nuevos funcionarios de la Afsca no sólo no acredita conocimientos técnicos ni jurídicos sobre el ámbito audiovisual, sino que su designación estuvo motivada por su vinculación partidaria con Nuevo Encuentro. Se trata de la fuerza política hoy aliada al kirchnerismo, creada por Sabbatella en Morón, que alcanzó ahora su mayor extensión territorial nacional a costa del presupuesto de la Afsca, o sea de todos los contribuyentes, de donde salen los salarios para muchos de sus militantes.Desde la olvidable administración de Gabriel Mariotto, primer presidente de la Afsca, hasta la fecha, se declamó como principal objetivo de la ley de medios –votada a libro cerrado por la mayoría oficialista con el acompañamiento de un puñado de legisladores opositores– la rápida regularización y democratización del espectro radioeléctrico, mediante la incorporación de nuevas voces a través de procesos concursales.El fracaso comenzó en 2011, cuando Mariotto llamó a concursos públicos para adjudicar 220 nuevos canales de TV mediante procedimientos administrativos de altísimo costo, tanto por el...

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