Se fortalece la hipótesis del robo como móvil del crimen de Lola

Dieciséis días del cuerpo de Lola Chomnalez fue encontrada la mochila con las pertenencias de la chica argentina asesinada en el balneario uruguayo de Barra de Valizas. Lo sorpresivo es que ese elemento, que puede aportar para dar con el autor del homicidio, apareció a pocos metros de la escena del crimen. Eso evidencia que la zona no había sido rastrillada correctamente por la policía durante la actuación de la jueza subrogante Marcela López, que se retiró del caso el viernes. Anteayer se hizo cargo la magistrada Silvia Urioste y su primera medida fue enviar nuevamente a la policía al médano situado a cinco kilómetros de Valizas. Y casi enseguida dieron con la mochila color rosa chicle.

Con la primera etapa de la investigación cerrada en un frustrante círculo de arrestos y liberaciones casi inmediatas, la mochila aportó un indicio fuerte sobre el motivo del crimen: se encontraron todas sus pertenencias, incluso su DNI, pero no el dinero que llevaba la chica de 15 años cuando salió a caminar sola por la playa. Eso refuerza la hipótesis del robo seguido de muerte.

Jorge Barrera, abogado de la familia Chomnalez, señaló que dentro de la mochila de Lola se encontraron, además de su billetera con el documento, un libro y un pareo. El asesino sólo se llevó el dinero. La semana pasada, Gustavo Bordes, abogado de la familia de la madrina de Lola, había confirmado a LA NACION que la menor llevaba 2500 pesos uruguayos, unos cien dólares. Ese dinero es lo único que falta de las pertenencias de la estudiante asesinada el 28 de diciembre pasado, dos días después de haber arribado a Valizas de vacaciones con Claudia Fernández; su esposo, Hernán Tuzinkevich, y los hijos de la pareja.

La mochila fue llevada a Montevideo para los peritajes. Inicialmente, se estableció que estuvo enterrada en la arena durante más de dos semanas y que soportó una fuerte tormenta el jueves pasado, por lo que puede resultar difícil conseguir muestras de ADN, según explicó un especialista en técnicas forenses con décadas de experiencia. En cambio, puede esperarse la aparición de huellas digitales, especialmente en la billetera, si es que el asesino la manipuló para tomar el dinero. Entre 48 y 72 horas demandaría un trabajo completo sobre la mochila y otras pertenencias para saber si hay algún rastro. Incluso, se podría solicitar colaboración a laboratorios de criminalística argentinos si en Uruguay falta algún reactivo para pruebas de profundidad, ya que los expertos -que avalan...