Los del Fondo se van sin entender nada

E n estricto off the record, ayer tuve una interesantísima charla con los tres mosqueteros de la misión del FMI que llegó esta semana al país para asegurarse el pago -poniendo estaba la gansa- de los 44.000 millones de dólares que les debemos. Tan revelador resultó el off que he tomado la decisión de violarlo. Lo contaré todo. Si algo saben estos chicos del Fondo es que nunca pueden confiar en los argentinos.Básicamente dicen que se encontraron con dos festivales, muy interesantes ambos porque ahora creen conocer "el alma del Gobierno", de qué aleación están hechos los Fernández. El primer festival es el del ajuste. Apenas aterrizados en Ezeiza, un whatsapp de Martín Guzmán les daba la bienvenida: desaparecerá el ATP, descongelan las tarifas, bajan los subsidios, la mayoría de las obras públicas prometidas en el presupuesto son de mentirita, ponen nuevos impuestos, progresivamente se van limando los salarios del sector estatal y los planes sociales, y ya se anunció el recorte a las jubilaciones sin que cayeran 20 toneladas de piedras ("por eso los llamamos la clase pasiva", les explicó Guzmán). Mientras esperaban las valijas, el jefe de la delegación respondió el mensaje: "Gracias, pero no les habíamos pedido tanto".El segundo festival hizo las delicias de nuestros visitantes: el festival del disparate. Están tan impresionados con lo que han estado escuchando, leyendo y viendo que cuando vuelvan a Washington no saben si prepararle un informe a su jefa, Kristalina Georgieva, o a Netflix. Obviamente estaban al tanto del particular vínculo entre Cristina y Alberto, pero no dejó de sorprenderlos el dato de que desde hace un par de meses no se hablan; y que el mediador sea alguien al que los dos consideran un pelotudo: Parrilli. De Alberto les dijeron que no iba a poder recibirlos porque estaba en aislamiento por un hisopado positivo de ojeras, provocadas no por estrés de agenda o por el rigor de la crisis, sino por la carta de ella de hace dos martes, bajo un título no del todo explícito: "Corto mano corto fierro, que te vayas al infierno".En sus múltiples reuniones, preguntó quién manda realmente en el país, y una y otra vez les contestaron: "La Presidenta". Es una de las tantas cuestiones que están tratando de entender. Les parece muy loco que el dólar blue trepe a 195 pesos, que en un santiamén caiga por debajo de los 150 y que enseguida vuelva a superar los 170, y que el jefe del Banco Central les haya dicho que esos saltos son producto de...

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