Folklore con ojos de turista

¿Qué pasa si abstraemos a la música regional de todo su entorno, lo que completa su identidad sonora, y la llevamos a un set de filmación aséptico en un galpón de La Boca? Alineado a la estética con la que rodó otros films musicales como Flamenco, el cineasta español saca al folklore de su lugar para ponerlo en un ambiente minimalista y teatral. Con ese recurso conocido dentro de su filmografía, que puede limitarlo creativamente y que sigue al pie de la letra, Saura logra por momentos que la música, la respiración y el instante de la creación queden en un primer plano.

El cineasta español decía que con esta película apostaba a borrar ciertos clisés alrededor del imaginario folklórico, aunque en muchos casos, como el cuadro de la Peña Cuyana, cae por completo en eso. Es que esencialmente Zonda, folklore argentino, no es una película pensada para los aficionados, que deben conocer a la mayoría de los artistas que transitan por el film –Liliana Herrero, Jairo, Juan Falú, Luis Salinas, Soledad, Chaqueño Palavecino, Pedro Aznar, Lito Vitale, Jaime Torres, Tomás Lipán y Mariana Carrizo, Peteco Carabajal, Marián Farías Gómez y Verónica Condomí–, sino para el público en general o más neófito.

El rodaje se realizó en un galpón portuario de La Boca y esa mirada de quien se arrima al folklore con ojos de turista tiñe de alguna manera la visión general del film. Eso se refleja en ciertas decisiones y detalles estéticos sobre el montaje de algunas escenas como las del gato y el carnavalito, que pierden autenticidad al...