FMI: escepticismo entre analistas locales

La decisión de Dominique Strauss-Kahn de no venir a la Argentina refleja la tensa relación bilateral a raíz de la negativa del Gobierno de no abrir sus cuentas públicas, mientras se demora el avance de la misión de cooperación para crear un nuevo índice de precios al consumidor nacional.Así lo expresaron economistas consultados por La Nacion, que coincidieron en señalar que, en este contexto, su llegada no le sumaría ni al Gobierno, embarcado en un discurso nacionalista de cara a las elecciones, ni al organismo multilateral, que prefiere cultivar relaciones con los países amigables de la región y no ser desairado en una eventual visita a Buenos Aires.Con matices, Miguel Kiguel, Mario Blejer, Lisandro Barry y Juan Massot coincidieron en destacar a La Nacion que el hecho de que Strauss-Kahn se saltee una escala por Ezeiza es lógico, dado el carácter actual del vínculo entre el kirchnerismo y el cuestionado organismo. El Palacio de Hacienda no respondió a consultas de LA NACION sobre el tema.Pese a que en el pasado Strauss-Kahn había arrancado con el pie derecho con los Kirchner, en los últimos dos años el incumplimiento de la promesa del ministro Amado Boudou, formulada ante el funcionario francés, de que una misión podría volver al país, tensó más la cuerda, acotaron."Es obvio que la Argentina no tiene buenas relaciones con el Fondo y si viene será para pelear y no creo que valga la pena", señaló desde Washington el ex presidente del Banco Central Mario Blejer.En esa sintonía, Miguel Kiguel, presidente de Econviews, consideró que la decisión del jefe del FMI "no debería moverle el amperímetro al Gobierno, porque no es un tema central en la agenda externa, más allá de que está pendiente la asistencia técnica con el Indec"."En la actualidad, lo más importante pasa por el Club de París en el frente externo, y el Gobierno logró que, por ahora, el FMI no tenga que intervenir en esa negociación", acotó Kiguel.El ex secretario de Finanzas cree que la ausencia no se puede comparar con la del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, porque "en este caso claramente el Gobierno quería que viniera porque sintió que había hecho los deberes, pero no lo logró y por eso se siente frustrado", como lo reflejaría el affaire del avión que llegó con pertrechos militares y fue detenido en Ezeiza.Por esa razón, agregó Lisandro Barry, "no hay que rasgarse las vestiduras, porque este hecho es una consecuencia natural de la actitud de la Argentina con el FMI"."Es parte de la...

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