Florencio Molina Campos: a 130 años del nacimiento del popular pintor que le dijo 'no' a Disney
Obra titulada Felij´año, pintura que Florencio Molina Campos realizó para los primeros almanaques de Alpargatas y que ilustra el mes de enero del calendario de 1931
Como en los célebres almanaques de Alpargatas en los que retrató la cultura gauchesca de antaño, los días corrieron en el calendario y se volvieron años, décadas, un siglo y más hasta cumplirse hoy el 130 aniversario del nacimiento de Florencio Molina Campos (1891-1959).
El tiempo transcurrido invita a una revalorización de una obra que es testimonio iconográfico fundamental de la argentinidad y la tradición campera. La vida del gaucho se enmarca en sus cuadros de cielos altos y horizontes bajos a través de escenas entrañables, con humor, originalidad y acento en los rasgos característicos del quehacer de los paisanos.
Con sencillez experta y meticulosidad, el artista pintó las pampas solitarias de comienzos del siglo XX y a sus gentes dentro de un volumen de obra "incomensurable", de "más de mil y menos de diez mil" creaciones, según calcula hoy su único nieto, Gonzalo Giménez Molina, al frente de la editorial Molina Campos Ediciones y cotitular mayoritario de los derechos sobre su obra.
"Yo no hago más que expresar la realidad, exagerando ciertos rasgos de personas y animales. Pinto al gaucho, el que he visto en años lejanos, cuando aún existían verdaderos gauchos, porque los conozco y los comprendo. Dentro de poco, aventados por el progreso y el cosmopolitismo, será tarde para copiarlos del natural", decía el pintor y dibujante costumbrista en 1951. Su técnica, aclaraba, reparaba en eliminar todo lo que recargara el cuadro u obscureciera su sentido. "El gaucho, al verse representado así, se reconoce, nunca lo muestro en situaciones arbitrarias", decía.
Acuarela titulada Domadores
Las escenas campestres de Molina Campos llevadas a los almanaques llegaron masivamente a los hogares de todo el país, constituyendo la base de una pinacoteca popular argentina sobre soportes masivos y no tradicionales. El artista alcanzó asimismo la proyección internacional tras sus años vividos en Estados Unidos y sus exposiciones por distintos destinos de Europa. Con raíz en lo ‘nacional’, Molina Campos llegó a Disney, donde se negó a participar en los proyectos que se le ofrecían tras ver alterados en los dibujos varios elementos identitarios del folklore local. El artista también dijo "no" a Nelson Rockefeller cuando éste le pidió que retratara a los cowboys americanos, argumentando que, por no sentirse capaz de captar su esencia, consideraba que lo estaría "estafando" de aceptar el encargo.
Sobre esta pintura, titulada El...
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