Un flamante Gobierno 'dólar linked'

Sergio Massa

Sergio Massa es un político . Corresponde, por lo tanto, preguntarse cuál es su objetivo en materia de poder. ¿Quiere ser el estabilizador de la economía con un ajuste que, una vez ejecutado, impulse una recuperación de mediano plazo? ¿O supone que no hace falta pagar costos y que, desde su renacido protagonismo, queda convertido en candidato a presidente? Ya empieza a haber señales de qué camino toma Massa . Su asunción fue un jolgorio militante. Anunció un inventario de resoluciones inconexas. Y dos días después se dirigió a Cañada de Gómez, donde los insultos que recibió eclipsaron su mensaje principal: ya está en campaña .

Su gestión en Economía coincide con esta coreografía. Todavía no ha encarado correcciones decisivas para las grandes distorsiones que le toca administrar. A falta de medidas relevantes, el país asiste a un conjunto de maniobras destinadas a que las inconsistencias no colapsen . La más reciente fue la postergación de vencimientos en pesos a través de un canje de bonos tan exitoso para Massa, como ventajoso para quienes participaron en él. Los bancos y demás instituciones financieras apreciaron que les ofrezcan un bono dual, que remunerará el dinero prestado según cuál sea la variable más rentable: la devaluación del tipo de cambio oficial o la tasa de inflación. Un instrumento original, diseñado a pedido del mercado financiero, para un flamante Gobierno "dólar linked". El mito del desendeudamiento acaba de ser sepultado en un funeral de luz y sonido. Gustos que se puede dar Massa, que cuenta con el silencio cauteloso de la atemorizada vicepresidenta . Martín Guzmán hubiera ardido en la hoguera del Instituto Patria por herejías similares.

El problema central que debería encarar Massa sigue sin un tratamiento convincente. Es el gigantesco déficit fiscal financiado con emisión monetaria . El ministro propuso una receta menos audaz que la de su antecesora Silvina Batakis . Limitó el recorte de gastos a los subsidios que reciben los generadores de electricidad. Es una decisión imprescindible. Pero limitada. El universo de consumidores está integrado por tres categorías: el 45% son hogares; el 35%, comercios; el 30% restante, industrias. Sólo los dos primeros grupos están subvencionados. Pero el Gobierno limita la eliminación de la ayuda para las casas de familia .

Otra peculiaridad del plan es que los costos registran un aumento dramático . Alcanza con mirar las transacciones de ayer en el mercado londinense de futuros del gas . El que debería entregarse en septiembre aumentó 5,5%, por lo cual cotizó a US$61,2 el millón de BTU. Para tener una perspectiva de estas fluctuaciones: el precio promedio que se pagó el año pasado por ese...

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