Fiscales, la punta de lanza de la Justicia en la Argentina

Iba a ser una noche larga, les advirtió a sus más estrechos colaboradores. Esa madrugada del 4 de diciembre de 2013, o Pepe, como lo conocen en el ambiente, se sentó a darle forma al pedido de detención de Diego Rodríguez, hermano de la actual ministra de Seguridad y ex funcionaria de Defensa María Cecilia Rodríguez. El acusado aparecía en una escucha telefónica en la que le ofrecían lavar hasta US$ 300 millones de Austral Construcciones, la empresa deEsa misma noche, según cuentan cerca de Campagnoli, tomaban forma otras dos operaciones: que la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, haría llegar al fiscal el 5 de diciembre y que son la base de su juicio político y la renuncia de quien lo reemplazaría en su propia fiscalía y en la investigación de Rodríguez. Es Cristina Camaño, una ex trabajadora del Ministerio de Seguridad.Pero Campagnoli, cuyo enjuiciamiento empieza el 16 de junio, había escrito su futuro unos meses antes, cuando elaboró en 22 días una investigación sobre la ruta del dinero que involucraba a Báez, y Federico Elaskar. Sin embargo, quienes conocen la buena relación que había entre Campagnoli y Gils Carbó en el pasado cuentan que la ruptura definitiva fue anterior a ese escándalo: todo se quebró con las conclusiones del fiscal sobre la investigación del secuestro del ferroviario Enrique Severo, testigo en el juicio de Mariano Ferreyra, que incluían un supuesto operativo de la SIDE y a la mismísima Casa Rosada.Cerca de Gils Carbó denuncian que Campagnoli se embarcó en una aventura política que lo llevó a extralimitarse en sus facultades de fiscal ordinario. Aseguran además que no hay pruebas que fundamenten lo que el fiscal de Saavedra denuncia sobre la llamada ruta del dinero K. Esta última afirmación se contradice con la confirmación parcial de la justicia local y con la información que llegó la semana última desde Suiza sobre los movimientos de dinero de Báez."A nadie lo echan por investigar", critica un fiscal que está en las antípodas del pensamiento ideológico de Campagnoli. En general, en los pasillos de Comodoro Py se cuestiona el avance sobre el fiscal, a pesar de que muchos no coinciden con el estilo de sheriff que cultiva. En los Tribunales todos reconocen su implacable capacidad de trabajo y su honestidad., como ocurrió con Eduardo Sosa (ex procurador de Santa Cruz) o Manuel Garrido (ex fiscal nacional de Investigaciones Administrativas), vuelve a poner bajo la lupa el trabajo de los fiscales. Estos...