Una fiscal manifestó temor a sufrir un atentado de parte de un narco

La sala de audiencias del 7º piso en Comodoro Py estaba colmada. De un lado, la fiscal general Gabriela Baigún. Del otro, Luis Sasso, defensor de Carlos Salvatore, el abogado condenado en 2015 a 21 años de prisión por el caso Carbón Blanco. A la hora de alegar, Baigún fue contundente al referirse al acusado: "Es inescrupuloso. Hasta se autoflageló para salir del hospital penitenciario. Si usa estos medios ilícitos contra él mismo, por qué no dudar de que pueda atentar contra mi vida".

Así lo informaron a LA NACION calificadas fuentes judiciales que presenciaron la audiencia ante el juez del Tribunal Oral Federal Nº 6 José Martínez Sobrino. En la audiencia, Baigún también dijo que si lograban apartarla -tal la pretensión de la defensa- sería "un precedente peligroso", aunque sostuvo que los fiscales a los que eventualmente les toque reemplazarla "iban a continuar con su política de control y legalidad".

Salvatore, que ya fue procesado por el juez federal Ariel Lijo por amenazar de muerte a la jueza federal chaqueña Zunilda Niremperger (causa que ya fue elevada a juicio), recusó y denunció a la fiscal Baigún. La representante del Ministerio Público había dictaminado no otorgarle al abogado la prisión domiciliaria en la causa en la que fue condenado a tres años y dos meses de prisión por encubrimiento.

La defensa de Salvatore, según fuentes judiciales, invocó dos causales de recusación: que Baigún interfería en el normal desenvolvimiento de los actos "porque llama a los médicos, los controla y evita las juntas médicas" y la "enemistad manifiesta" contra él y su cliente.

En respuesta a la primera causa, Baigún detalló todos los...

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