Un fiscal acusó a los gendarmes de disparar a una murga

Después de escuchar a vecinos de la villa 1-11-14 que relataron en detalle cómo la Gendarmería Nacional habría atacado con proyectiles de plomo y postas de goma a los integrantes de una murga, la mayoría niños, la noche del viernes pasado, la Procuraduría de Violencia Institucional (Procuvin) denunció a los uniformados por el posible delito de tentativa de homicidio doloso calificado por el abuso de sus funciones y solicitó que se investigue la responsabilidad de funcionarios jerárquicos de la fuerza federal de seguridad.

Así lo informaron a LA NACION calificadas fuentes judiciales. La denuncia fue presentada ayer por el titular de la Procuvin, Miguel Palazzani, ante la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional porteña. Los voceros consultados informaron que después de un sorteo el expediente quedó a cargo del fiscal Carlos Velarde y del juez Guillermo Rongo.

"Quienes tienen deberes institucionales pueden tener la obligación de evitar una afectación. En estos casos, el deber de no atentar contra la integridad física de personas que se encuentran reunidas en el marco de un espectáculo popular también puede exigir hacer algo para intentar evitar una afectación a la integridad física de esas personas. Tanto más si es visible que hay niños, mujeres embarazadas y adultos mayores, por su especial condición de vulnerabilidad", sostuvo el fiscal Palazzani en su denuncia.

El incidente en investigación se produjo a las 21 del viernes, cuando personal de la Gendarmería que integraba el denominado operativo Cinturón Sur intentó recuperar dos autos que habían sido robados pocas horas antes y que estaban dentro del asentamiento del Bajo Flores. El Ministerio de Seguridad informó que los uniformados habían sido atacados por vecinos de la villa 1-11-14 con botellas, piedras y disparos de arma de fuego. Nada se comunicó acerca de ningún otro incidente al margen de ese ataque.

Según la información oficial, como producto de ese ataque el cabo Gabriel Baspineiro sufrió una herida de arma de fuego con orificio de entrada, sin salida, en el brazo izquierdo, mientras que el sargento Ezequiel Cardozo sufrió una herida de arma de fuego en la pierna derecha, con fractura expuesta de tibia. El domingo, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el jefe de la Gendarmería, comandante general Gerardo José Otero, visitaron a los heridos en el Complejo Médico Churruca-Visca, de la Policía Federal, donde están internados.

"Vamos a defender a todos...

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