Los finales literarios que Bernasconi tocó con su varita

Pablo Bernasconi tiene una manía desde chico: empieza los libros por el final. Más precisamente, por el último párrafo. No importa si se trata de una línea o de dos páginas. Cuando leyó G, de John Berger, decidió buscar una imagen retórica que representara el desenlace de la historia. A modo de símbolo, trazó una figura formada por pequeños cuadros de colores. Ese primer collage impulsó Finales, un trabajo artístico plasmado en un libro y una muestra que puede visitarse hasta el 30 de diciembre en la Biblioteca Nacional. Para la exhibición, Bernasconi traspasó las obras originales a pinturas, intervenidas con acrílicos, pasteles y lápices.

"Es una muestra muy especial para mí. Condensa muchas lecturas y experiencias gratas. La Biblioteca Nacional, con todo lo que significa, es un símbolo perfecto para albergar estas obras, que destilan literatura y futuros principios", dice el autor. Al seleccionar 70 ilustraciones de las 250 que componen los libros Finales, Retratos y Bifocal, Bernasconi eligió aquellas "que pudiesen transportar la esencia de cada uno de los proyectos". La sala Juan L. Ortiz de la BN (Agüero 2502) alberga la exposición, que puede verse de lunes a viernes, de 9 a 21, y sábados y domingos, de 12 a 19.

En diálogo con LA NACION, donde semanalmente publica sus obras, Bernasconi considera que "uno puede acercarse a esta muestra como si hiciera un viaje personal, con sorpresas en cada salto. Así están planteadas las cientos de pistas que componen las obras, con guiños a la sensibilidad y al intelecto del espectador. Hay interpretaciones de libros clásicos y no tanto, y retratos de personajes muy conocidos y otros menos expuestos, entre escritores, cineastas, músicos y artistas plásticos. Me ocupé de incorporar material que pueda ser disfrutado por todas las edades".

La selección incluye, también, varios bocetos que invitan a acercarse "a esta alquimia incesante y misteriosa del acto creativo". "Los bocetos son siempre un pequeño vistazo a la intimidad de la creación, nos dejan espiar e intentar reconstruir cómo se llega a una obra terminada. En todos ellos se plantea un mundo de posibilidades infinitas, hasta que el artista define caminos y soluciones, acotando así el resultado final".

Un caballero de hojalata y un caballo con un serrucho a modo de cabeza simbolizan el final de Don Quijote de la Mancha, de Cervantes. Varias filas de balas que forman una especie de cielo sobre dos hombrecitos representan el último diálogo de No...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR