Ante Fernández y Macri, la Iglesia pidió unidad y no 'querer destruir al otro'

LUJÁN.- Con los presidentes saliente y entrante, Mauricio Macri y Alberto Fernández, sentados en primera fila y la Basílica de Luján como mudo e imponente testigo, la Iglesia reclamó ayer "alcanzar juntos un pacto social" de políticas de Estado e hizo un enfático llamado a dejar de lado diferencias para encontrar la unidad de los argentinos y no "querer destruir al otro"."Estamos agotados de tantos desencuentros y peleas. No se trata de una unidad homogénea o hegemónica, sino de una unidad necesaria para construir el país deseado y salir del laberinto en el que nos encontramos", afirmó el obispo de la diócesis de Mercedes-Luján, Jorge Scheinig, durante la homilía que ofreció en la misa de celebración del Día de la Inmaculada Concepción.En una clara crítica a las divisiones que vive la clase política argentina, Scheinig pidió "hacer todo lo posible por resistir y no caer en la tentación de querer destruir al otro".Macri y Fernández se abrazaron cuando Scheinig invitó a los presentes a darse la paz. Fue un instante que se convirtió en la imagen del día y fue celebrado desde los diferentes sectores políticos por tratarse de un gesto inédito en la transición."Ninguna persona o grupo en soledad o aislado es la patria. La patria somos todos", dijo el obispo en otro tramo significativo de su mensaje, que estuvo cruzado por la convocatoria a "la unidad de las argentinas y de los argentinos". "La unidad es un don y es también una tarea", sentenció.Además de los mandatarios, frente al palco y bajo un sol que caía a plomo en el mediodía de Luján se sentaron más de medio centenar de los principales dirigentes políticos del país. Estaban los integrantes de los gabinetes entrante y saliente: la primera dama, Juliana Awada, y Fabiola Yáñez, pareja de Fernández; el exministro de Economía y excandidato presidencial Roberto Lavagna, y dirigentes sociales como Juan Grabois.La réplica en espejo entre el gobierno entrante y el saliente no se dio entre las vicepresidentas. Gabriela Michetti compartió la primera fila de la ceremonia, pero su sucesora en el cargo, Cristina Kirchner, estuvo ausente a pesar de haber sido invitada por el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), obispo Oscar Ojea, quien ofició la misa, bautizada "por la paz y la unidad".También faltaron a la cita, a pesar de haber confirmado su concurrencia, la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quienes justificaron sus...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR