Fernández, la Justicia Federal y la patología del espionaje ilegal

Es bastante obvio que Alberto Fernández es víctima de su impulsividad. Sobre todo cuando recurre a su cuenta de Twitter. En su reciente polémica con Patricia Bullrich se puso de manifiesto otra vez ese problema. El candidato kirchnerista afirmó: "La UIF [Unidad de Información Financiera] espía a jueces". Se embarcó así, acaso sin saberlo, en una disputa alrededor de una patología gravísima de la vida nacional: las actividades clandestinas de inteligencia y su vinculación con la Justicia Federal.Lo inesperado: Fernández quedó, en este conflicto, alineado junto a Mauricio Macri.La acusación de Fernández a la UIF, el organismo que investiga el lavado de dinero, está basada en una inquietud del juez federal Rodolfo Canicoba Corral. En los tribunales de Comodoro Py se afirma que este magistrado habría recurrido a la UIF para saber si esa agencia había consultado a Migraciones sobre entradas y salidas del juez Luis Rodríguez y de él mismo.Según las mismas fuentes judiciales, Canicoba habría realizado otras dos preguntas: cuál es la causa judicial en cuyo marco se habrían realizado esas consultas, y si se preservó el secreto de los datos obtenidos.Que un juez formule requerimientos oficiales sobre su propia situación es una nueva extravagancia de los tribunales criollos. Es solo un detalle. Lo relevante es que es muy improbable que la UIF haya respondido la pregunta de Canicoba, porque estaría violando el secreto que el mismo magistrado quería preservar. Pero, en el caso de que esas consultas a Migraciones se hubieran realizado, la incógnita es cómo llegó a enterarse Canicoba.En este contexto, la semana pasada, trascendió que este magistrado requirió a Migraciones para que le informe si algún organismo del Estado había pedido información sobre viajes de jueces. Esta vez no se enfocó solo en Rodríguez y en sí mismo. Agregó a ministros de la Corte, camaristas, miembros de tribunales orales, jueces de primera instancia, gobernadores y al director y la subdirectora de la AFI. En medio de esa multitud aparecerían de nuevo el juez Rodríguez y el propio Canicoba.La UIF, que lidera Mariano Federici, respondió a esa información con un comunicado en el que aclara que está obligada por la ley a no revelar el contenido de sus investigaciones; que "atribuye las operaciones mediáticas montadas en su contra precisamente a su negativa a violar dichas obligaciones en el marco de requerimientos judiciales extralimitados". Esta segunda afirmación aludiría a la...

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