Feria del Libro, la tribuna kirchnerista

Nadie puede dudar de que la presentación de Sinceramente, la efusión confesional y política de Cristina Fernández de Kirchner, fue, antes que un acontecimiento literario, un acto abiertamente político con aires de lanzamiento de campaña, con militantes, antiguos funcionarios y actores en la primera fila.Es cierto que la expresidenta quiso hablar como "escritora", entusiasmada por contar la experiencia para ella "alucinante" de escribir un libro y por acertar -según contó- con la "palabra perfecta". Pero esa sola pretensión de estilo no alcanza para explicar el fulminante éxito de ventas de su libro, del que nadie duda tampoco.En cambio, uno puede permitirse dudar, con toda justicia, de la pertinencia de que María Teresa Carbano, la presidenta de la Fundación El Libro, participara como anfitriona exaltada de la presentación."Recibimos con enorme satisfacción que la autora de Sinceramente haya privilegiado la Feria del Libro para presentar este verdadero suceso editorial, que contrasta con la difícil situación que atraviesa nuestro sector", dijo Carbano. Conmovida y con gestualidad condescendiente ante la líder, prodigó sonrisas, risas y suspiros. Pero no fue generosa solamente en mohínes y simpatía. Contó además que, antes del acto, le preguntaron qué haría si el público empezaba a cantar consignas partidarias. "Y... me quedo callada", siguió, festejada por la militancia.En una especie de toma de catch, Carbano hizo una "doble nelson" televisada (con pantallas y redes simultáneas) en la que entregó institucionalmente en bandeja la Feria del Libro al kirchnerismo. Y, en el mismo movimiento, machacó con los reclamos del sector editorial, los mismos con los que había aceptado -acaso por omisión- el premeditado escrache al secretario de Cultura, Pablo Avelluto, esa noche en la que varios de los asistentes hicieron la performance de darle la espalda en señal de repudio e impedirle el uso de la palabra. Nadie interrumpió esta vez a Cristina, a excepción de sus fieles.Sobrevuela entrelíneas la interpretación de que, para la directora de la Fundación, el éxito del libro de Cristina Kirchner le dio respiración artificial a una industria asfixiada por la crisis. No sabemos si Carbano confía en que hay allí un ejemplo en pequeña escala -muy módica- de lo que la líder podría hacer si volviera a la presidencia. Cristina retribuyó la gentileza con una hermandad en...

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