En la Feria del Libro, lejos del escándalo

"Mirá, colorada", le dijo Amado Boudou a su pareja, Agustina Kämpfer, cuando dos visitantes de la Feria del Libro se acercaron para que el vicepresidente se sacara una foto con su bebe. El segundo de Cristina Kirchner sostuvo al pequeño en sus brazos, miró a la cámara y sonrió."¿Qué me trajiste?", le preguntó en broma, al instante posterior, a Sergio Burstein -familiar de una de las víctimas del atentado a la AMIA y denunciante de Mauricio Macri y de Jorge "Fino" Palacios por el caso de las escuchas ilegales-, que le había acercado la pareja de padres. "Te querían conocer", le respondió Burstein a Boudou, antes de abrazarlo.Lejos del escándalo de la ex imprenta Ciccone, Boudou se mostró ayer en la exposición literaria más grande del país animado y eufórico. Asistió durante media hora para sólo inaugurar el stand de la Presidencia, instalado al ingreso del Pabellón Azul.Acompañado por el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, y por algunos ministros, en un discurso de no más de diez minutos Boudou criticó al Grupo Clarín y defendió la ofensiva sobre YPF. Nunca se refirió a las sospechas en su contra y tampoco respondió a una consulta que le hizo LA NACION."Porque no tuvimos miedo, la Presidenta nos volvió a dar una empresa energética", expresó Boudou micrófono en mano, luego de cortar la cinta argentina en la rampa del stand. La comitiva oficial ya había rodeado la esfera de unos diez metros cubierta por más de 300 pantallas que transmitían una y otra vez la frase "Argentina. Un mundo de ideas transformadoras"."Tres letras: YPF. Una palabra: Argentina", gritó, con su cara visiblemente colorada. Muchas de las 200 personas que lo escuchaban aplaudieron. Además de Abal Medina, estaban el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli; la ministra de Industria, Débora Giorgi; el titular de la Anses, Diego Bossio; el secretario de Cultura, Jorge...