La selección, contra sus fantasmas

RíO DE JANEIRO.– En este lugar, donde habitan los fantasmas de una de las novelas más legendarias de la historia del fútbol mundial, la selección argentina empezará a escribir la suya, contra sus propios fantasmas. En el Maracaná será el primer capítulo y en el Maracaná imagina, desea, piensa, sueña… debería ser el último.De lograrlo, estará dándole forma a la página más gloriosa del deporte argentino en todos los tiempos. De no conseguirlo, le agregará una escena más al libro inconcluso que no logra cerrar un nuevo tomo de siete episodios, como sí hizo en México 86, con coronación incluida, y en Italia 90, héroes igual.Desde entonces, no hemos hecho más que explicar frustraciones, con más o menos fundamentos.En Estados Unidos 94, Basile liberó demasiado, a Maradona se lo llevaron de la mano y las piernas se las cortaron a todos; todo terminó abruptamente en octavos. En Francia 98, Passarella apretó tanto que terminó ahogando; en los cuartos ya no respiró. En Japón-Corea 02, Bielsa exigió más allá del límite, cuando la mejor versión de su equipo ya había dado lo suyo a destiempo; el primer favorito fue el primer eliminado. En Alemania 06, Pekerman eligió cargar con su cruz en lugar de encomendarse al Messi que anunciaba su llegada...