Falta de tacto diplomático

Durante el reciente periplo diplomático emprendido por la Presidenta y su comitiva, nuestra mandataria, en sus ya clásicas y frecuentemente audaces improvisaciones públicas, dejó en varias oportunidades absolutamente perpleja a su audiencia por falta de tacto.Lo sucedido en Turquía fue una muestra clara de ello. En efecto, allí no tuvo empacho alguno en sugerir que no se tiene "mejor calidad de vida porque [la gente] vaya a un templo a rezar a cualquier dios". Lo que ignora la Presidenta es que, según la fórmula de la shahäda, para los musulmanes no hay otro Dios que el que ellos veneran. La observación presidencial supone no haber advertido siquiera con cuánta frecuencia los musulmanes demuestran una religiosidad muy especial comenzando sus conversaciones con una referencia a que lo hacen "en nombre de Dios bueno y misericordioso", mención que, por lo demás, aparece en el primer capítulo del Corán.Además, Cristina Kirchner agregó, frente a un público seguramente atónito, que en la Argentina llamamos "turcos" a todos los inmigrantes de origen árabe por igual, lo que, para una nación que alguna vez fue parte del Imperio Otomano, ciertamente puede tomarse como una muestra de primitivismo argentino o, lo que es...