Otro fallo que reivindica a la Justicia

La mayoría kirchnerista en el Consejo de la Magistratura es una de las principales herramientas que empleó el Gobierno para intentar procurarse una Justicia propia que le garantizara impunidad y no trabara sus proyectos hegemónicos. Esa mayoría en el órgano encargado de la selección y el enjuiciamiento de los jueces la obtuvo merced a una ley que reformó el Consejo de la Magistratura en 2006, reduciendo de 20 a 13 el número de consejeros, y que fue impulsada por Cristina Kirchner cuando aún era senadora nacional.

Pero, ahora, un trascendental fallo de la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal declaró inconstitucional aquella norma y cuestionó "el notable predominio del estamento político" sobre los restantes representantes de diversos estratos del organismo. Ese predominio del estamento político -oficialista, se entiende- fue clave para el kirchnerismo.

Si bien la sentencia no está firme y el Gobierno la apelará, constituye en sí misma un manifiesto signo de salud de la Justicia, que procura comenzar a desmontar el aparato con que el kirchnerismo buscó acotarle la libertad y capacidad de maniobra para intentar domeñarla.

El fallo es positivo en tanto reduce la injerencia de los sectores políticos en el Consejo. Si queda firme, este cuerpo volverá a tener 20 miembros, lo cual implicará sumarle al presidente de la Corte -que lo presidirá-, dos abogados, un juez, un académico, un senador y un diputado, además de los actuales integrantes.

La decisión de la Cámara se suma a otro fallo también reciente y de similar trascendencia, en este caso de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que declaró inconstitucional la ley de subrogancias, por la cual el Gobierno podía nombrar como jueces suplentes a abogados allegados al oficialismo. El Consejo cubrió vacantes de los tribunales con jueces subrogantes votados por los consejeros kirchneristas. Con el mismo poder, ese organismo sancionaba a los magistrados independientes y protegía a los más comprometidos en serias irregularidades, como Daniel Rafecas o Norberto Oyarbide, autor del escandaloso sobreseimiento del matrimonio...