Facilitar el inicio de negocios, un desafío pendiente para el país

La Argentina es el reino de los contrastes: a contramano de lo que sucede en otros países, aquí la mejora de las instituciones económicas no va al mismo ritmo que la de las instituciones políticas. Así, el notable avance en índices como el funcionamiento de la democracia, la libertad de prensa y la percepción de la corrupción, contrasta con la lenta recuperación en lo que respecta a libertades económicas y a la facilidad para hacer negocios.Esta conclusión surge al analizar los resultados del Indice de Calidad Institucional de la Fundación Libertad y Progreso, un ranking que mide la calidad de las instituciones del país e, indirectamente, señala cuán atractivo es para las inversiones extranjeras. En 2019, la Argentina se ubicó en el puesto 112, luego de trepar siete lugares respecto del año anterior, pero mientras que en instituciones políticas trepa al puesto 78 entre 191 participantes, en las económicas está 138.Martín Krause, autor del índice mencionado, comenta que hoy se está en el mismo lugar que en 2008, fecha a partir de la cual el país se desmoronó hasta el puesto 146. "La mejora de los últimos años se debe a lo ocurrido en el ámbito de las instituciones políticas, donde la Argentina muestra un indicador de 0,5466 (siendo Noruega el de mejor calidad con 0,9905 y Corea del Norte el último, con 0,0176)", agrega el catedrático de la Universidad de Buenos Aires (UBA).Donde no es nada halagadora la situación del país, advierte Krause, es en cuanto a las instituciones de mercado. "Allí la calificación es de 0,2593 (siendo Singapur el de mejor calidad con 0,9940 y Somalia el último, con 0,0053). El punto débil de la Argentina está, justamente, en la falta de libertad económica y en la poca facilidad para los emprendimientos. Eso la retrasa en el ítem económico, porque al mismo tiempo el resto de los países siguen avanzando", señala.En el análisis de este trabajo, desde Libertad y Progreso, un espacio de pensamiento liberal, se observa que la caída se profundizó en el kirchnerismo. "La llegada de Mauricio Macri en diciembre de 2015 significó un notable cambio de rumbo y un aparente camino de salida a la peste que asoló a la Argentina entre 2003 y 2015: la fiebre populista", dice el informe.¿Y qué tiene que ver el populismo y la calidad institucional? El escritor Emilio Ocampo, coautor junto con Roque Fernández de El populismo en la Argentina y el mundo, responde que la presencia del primero es sinónimo de ausencia de calidad institucional...

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