La expropiación de YPF y sus funestas consecuencias

El litigio que un fondo de los denominados "buitre", Burford Capital, lleva adelante contra YPF y contra el Estado nacional en los tribunales de Nueva York incorpora otro capítulo a una de las historias más turbias del reciente pasado kirchnerista.Néstor y Cristina Kirchner hicieron desaguisados escandalosos con esa empresa. Primero, en 2007, con la excusa de argentinizarla, la "kirchnerizaron" a través de los Eskenazi, que integraban el elenco de empresarios beneficiados por aquel régimen, junto con Cristóbal López y Lázaro Báez. Más tarde, en 2012, la estatizaron parcialmente, expropiando el 51% de sus acciones. Y, ante el reclamo por los daños de esa expropiación, que más propiamente debiera llamarse "confiscación", defendieron en los estrados judiciales a la República de tan mala manera que dejaron la impresión de trabajar para los demandantes.La Cámara de Apelaciones de Nueva York se pronunció días atrás sobre la jurisdicción competente. Las autoridades argentinas sostienen que el pleito debe tramitarse en el país mientras que Burford pretende que siga en Nueva York. La Cámara le dio la razón al demandante. Quedan todavía instancias de apelación y solo después el tratamiento de la cuestión de fondo: los perjuicios causados por la expropiación. El fondo Burford obtuvo del grupo Eskenazi la cesión del derecho a reclamar una indemnización por la expropiación.Durante la gestión de Cristina Kirchner, la defensa fue sumamente endeble. Se contrató un estudio jurídico de Miami para litigar en Nueva York y -lo más grave- el caso quedó durante muchos meses en una dependencia de la Secretaría de Finanzas sin intervención de la Procuración del Tesoro, por entonces a cargo de Angelina Abbona, a pesar de su relevancia. Esta demanda navegó sin luces durante mucho tiempo, como si se tratara de un litigio de menor cuantía.Semejante impericia no debería extrañar. YPF fue para los Kirchner un inagotable campo de corrupción. El modo en que la familia Eskenazi accedió al 25% de la empresa y el procedimiento para su "estatización" fueron tan absurdos e inapropiados como la defensa articulada por el gobierno kirchnerista ante los tribunales de Nueva York.Los Eskenazi ingresaron a YPF por imposición de Néstor Kirchner. Lo hicieron a través de una sociedad española participada totalmente por otra australiana que a su vez era controlada por ellos. Sin contar con antecedentes en el negocio energético, consiguieron un financiamiento extraordinario. Por un lado...

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