El ex ministro no quiere renunciar y cuida su exposición

"Muchachos, ¿bajo a la sesión o me quedo?" hizo la consulta, tímida, a sus compañeros de bloque. Fue el 5 de julio, un día después de que el fiscal Carlos Stornelli pidió su detención. "Mejor quedate", le dijeron sus pares. Quisieron evitar el escarnio público.

El ritual se repite en la previa a cada sesión de la Cámara baja. Aunque no asiste al recinto, De Vido sigue los debates sentado en su despacho, en caso de que se necesite su voto.

Otrora ministro de Planificación y dueño de la caja más poderosa del país, De Vido sabe que hoy es como "el jarrón de la abuela": está, pero a veces molesta. El diputado kirchnerista se muestra con el cuero duro y está decidido a permanecer en su banca. "No va a renunciar", aseguran...

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