Evita cumple; Cristina diviniza

Es evidente que no lo hace a propósito (¿o sí?), pero al apartarse de su lugar de formalidad presidencial, para juguetear en las redes sociales de manera aniñada y hasta, por momentos, desaprensiva y caprichosa, está más expuesta a este tipo de accidentes.

Cuando la Argentina y Uruguay ya vivían con intensa conmoción el terrible caso de la adolescente Lola Chomnalez, en el penúltimo día del año, y todavía no se conocía su trágico desenlace, Cristina Kirchner apareció en Twitter para presentar a su perrita Lolita. Desgraciada e innecesaria coincidencia.

Por si fuera poco, ese día se cumplían diez años de la tragedia de Cromagnon, y había actos y declaraciones políticas por el aniversario del incendio del boliche de Once. Entonces, el presidente era su finado marido, quien tomó notable distancia de aquella catástrofe. Una década más tarde, su sucesora, en vez de tener sentidas palabras en conmemoración de esa luctuosa jornada, prefirió mostrar su costado más frívolo. Así, paradójicamente, se hizo notar más todavía por lo que omitía.

Pero eso no fue todo. ¿No hubo nadie que la asesorara para que no siguiera derrapando por esa infeliz senda? Al día siguiente, cuando faltaban pocas horas para levantar las copas por la llegada de 2015, la primera mandataria insistió con el mismo insignificante tema perruno en Facebook y en Twitter.

"Vi en la red una foto hermosísima de Evita con una mascota que parece la mamá o abuela de Lolita", dictó a sus escribas. Hablaba de una teórica abuela para su perra, justo cuando el periodismo destacaba en esas horas que la abuela de la chica asesinada en Barra de Valizas es la conocida cocinera Beatriz Chomnalez. Lo que el día anterior parecía un inoportuno descuido, su empecinamiento en navegar por aguas tan ligeras ya parecía de mal gusto. Por supuesto, sus incondicionales adulones en las redes sociales salieron de inmediato en su defensa alegando que una cosa no tenía nada que ver con la otra. Pero si en vez de ella, el protagonista de la misma información hubiese sido Mauricio Macri, seguramente no habrían tenido tanta consideración. Igual, aunque el pichicho presidencial se llamase de otra manera, la insistencia de Cristina Kirchner en malgastar su canal de comunicación pública en un tema tan fútil contrastó todavía mucho más con la congoja social por el aterrador caso de la joven inmolada en la costa uruguaya.

"Decime si no se parecen -insistió la jefa del Estado al viralizar en paralelo una foto de ella con su...

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