Europa, en vilo: Grecia impone un corralito

PARÍS.– Grecia quedó después de que el gobierno de Alexis Tsipras anunció que no tenía más remedio que decretar un feriado bancario hasta el 7 de julio, dos días después del previsto referéndum. Mientras, los retiros de dinero serán limitados y la Bolsa permanecerá cerrada hoy.

La decisión de Alexis Tsipras, que alimentó los temores a un lunes negro hoy en los mercados, se produjo después de que el Banco Central Europeo de la línea de crédito en curso, que se eleva a 98.000 millones de euros, pero que ya fue prácticamente utilizada en su totalidad.

La dramática decisión de instaurar un control de capitales en el país es el resultado de semanas de tensas negociaciones y enfrentamientos entre el gobierno griego y sus acreedores institucionales (el Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el FMI), que culminaron hace 48 horas, cuando Tsipras anunció su intención de someter las exigencias de esas instituciones al voto popular.

Indignados, los ministros de Finanzas de la zona euro, que mediaban en la negociación, decidieron anteayer poner fin unilateralmente a toda posibilidad de extensión del actual plan de rescate. El BCE, por su parte, hizo prácticamente lo mismo.

Tras una reunión de emergencia, el consejo de gobernadores del BCE afirmó que la institución no proveerá a Grecia fondos adicionales vitales, y subrayó su disposición de seguir trabajando con el Banco Central de Grecia "para mantener la estabilidad financiera".

"Tras la decisión de las autoridades griegas de organizar un referéndum y de no prolongar el programa de ajuste de la Unión Europea (UE) para ese país, el consejo de gobernadores declara que trabajará estrechamente con el Banco Central de Grecia para mantener la estabilidad financiera", dice el comunicado.

También agrega que el BCE "está listo para reconsiderar su decisión", con lo que deja la puerta abierta para cualquier cambio de actitud del gobierno de ultraizquierda de Alexis Tsipras.

Los bancos griegos dependen de esos fondos de emergencia europeos desde febrero pasado, cuando los bancos centrales de los otros 18 países de la eurozona les cortaron el acceso a sus créditos regulares.

Un total de 89.000 millones de euros fueron entonces aprobados, en el marco del programa ELA (Emergency Liquidity Assistance), por el consejo de gobernadores del BCE, integrado por los presidentes de los bancos centrales de la zona euro, seis altos responsables de la institución presidida por el italiano Mario Draghi. Se requiere la...

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