Estudiantes hizo el partido perfecto para saltar a la cima

LA PLATA.- Un par de minutos alcanzaron para comprobar que Estudiantes encaró el encuentro como si se tratase de una final. El Ciclón, en cambio, lo hizo con seriedad, aunque sin la convicción que genera luchar por el premio mayor. El León se trepó a lo más alto y se aseguró llegar a la última fecha con posibilidades matemáticas de ser campeón, más allá de lo que suceda hoy con River y Gimnasia.El Pincha disfrutó de algo que por lo general no encuentra: eficacia. Gastón Gil Romero y Juan Sebastián Verón se adueñaron de la pelota, como casi siempre, pero además esta vez el conjunto de Mauricio Pellegrino le adosó contundencia. Cuando el reloj marcaba una docena de minutos, el local ya ganaba por diferencia de dos goles.Primero Joaquín Correa, la figura y un futbolista de enorme futuro, paró el balón de pecho, apuntó y disparó; el remate combinó potencia y precisión, y se filtró en un ángulo. Unos instantes después, Guido Carrillo aprovechó una desatención defensiva para dibujar una excelente jugada individual y, luego, cederle el gol a Franco Jara.Con la ventaja de 2-0 a su favor, el elenco albirrojo optó por juntar las líneas, mantenerse ordenado y buscar el contraataque como herramienta para cerrar la historia. San Lorenzo, desconcertado y con la cabeza en otro lado, nunca pudo reaccionar. El entusiasmo de Enzo Kalinski y la rebeldía de Leandro Romagnoli no eran suficientes. Los delanteros visitantes, bien contenidos por los centrales, quedaban aislados del circuito de juego y, así, el equipo de Edgardo Bauza se tornaba predecible e inofensivo.San Lorenzo, apáticoDurante el capítulo inicial el Pincha también lastimó a través de la pelota detenida. Tres tiros de esquina de la Bruja significaron buenas aproximaciones: dos cabezazos desviados (Leandro Desábato y Carrillo) y, la mejor del trío, un remate olímpico que terminó en el techo del arco. Varios gritaron gol. Todos ovacionaron al ídolo.La primera etapa se esfumó con la sensación de historia concluida y el inicio del segundo tiempo confirmó la hipótesis. La determinación de uno y la apatía del otro generaron una distancia irremediable. Pudo ampliarla Estudiantes por medio de la vía aérea (centro de Verón para Auzqui y tapada de Álvarez). El hincha no se lamentó. La hegemonía era demasiado visible.El primer remate de San Lorenzo en el partido llegó a los 13 minutos del segundo tiempo y eso marca lo poco que el Ciclón...