Un estreno y sus derivaciones

La presencia por primera vez en Buenos Aires de la compañía tg STAN debería ser algo significativo para la cartelera porteña. El colectivo belga nació en los años ochenta como "una reacción al exceso de esteticismo y a los experimentos formales e idealistas de los directores autoritarios".

Presentaron Traición, de Harold Pinter, en una propuesta de un intenso trabajo actoral. La experiencia tiene algo de una pasada general en la que los tres intérpretes esperarán la llegada del público en el mismo escenario hasta que se empiece a desgranar el potente triángulo amoroso de fuerzas cruzadas. Por fuera de todo psicologismo, la entrega y la fuerza de los actores/personajes, pendientes aún de las situaciones vinculadas con accidentes del momento, forman el ADN de esta atractiva búsqueda escénica de un colectivo que ha pasado por los grandes escenarios.

En Buenos Aires, la (mini-mini) temporada del grupo tuvo lugar en el Teatro 25 de Mayo, la sala que bajo la gestión del ex ministro de Cultura de la Ciudad -cargo acéfalo hace ya 10 días- este año volvió a cambiar de mano (ahora depende del Centro...