Sin estrellas, con un equipo figura

BELO HORIZONTE.- Con diferencia de apenas unos días, los dos celebraron, en esta misma Copa del Mundo, su partido N° 100 en Mundiales. Uno, metiéndoles cuatro goles a los portugueses. El otro, metiéndoles cuatro goles a los cameruneses. Ningún otro seleccionado ha jugado tantos partidos mundialistas como ellos. Juntos suman 8 títulos y, con esta que jugarán, 27 semifinales. Sin embargo, en esta competencia que los tiene como enormes protagonistas apenas se enfrentaron una vez y no una más: sólo en la final de Japón-Corea 2002 se pusieron cara a cara, Ronaldo contra Khan, pero más que ellos dos, historia contra historia. Y lo que podría haber sido un empate en copas para la vitrina fue dos de ventaja para los sudamericanos sobre los europeos.Brasil y Alemania, de ellos se trata, claro, estarán hoy frente a frente por segunda vez y tan fuerte y conmovedor es lo que ha sucedido en los tiempos recientes que hasta parece desplazar lo sucedido hace tanto y durante tantos años.Pesa tanto el presente como el pasado en un duelo donde los perfiles se han desdibujado. Y la notable ausencia de Neymar los desdibuja más aún.¿Será el choque de un Brasil alemanizado contra una Alemania abrasileñada? Será, seguro, en enfrentamiento entre un equipo que ha perdido a su máxima figura y otro que hace que su máxima figura sea el equipo.A Brasil le duele Neymar. Pero también lo anima y lo redefine. Cuando todavía no se había ido la conmoción -que, de hecho, no se ha ido aún- de los gritos de dolor del N° 10, de su dramática salida del campo en una camilla naranja que parecía trágica y del inimaginable y estremecedor "Fora del Mundial", ya se había instalado a modo de hashtag el #ganenporél. Una especie de grito de guerra emocional para sumar al constante estado de sobresalto y angustia, de entusiasmo y de trauma, de exaltación y de shock, con el que este equipo juega, o intenta hacerlo, rodeado de presiones y fantasmas. Y también de limitaciones.Reemplazar a Neymar es imposible, como imposible sería reemplazar a Messi. Y es allí donde el Brasil de Felipao se redefine. O tal vez se define. En la última práctica en Teresópolis, en las afueras de Río, antes de volar hacia Belo Horizonte, probó con lo que sería la sustitución de Neymar. No un hombre (Willian, Bernard, Ramires)...

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