Una estrella en foco

Más que el primer encuentro oficial con una de las más cotizadas estrellas de Hollywood, instalada desde hace algunos días en Buenos Aires, la presentación en sociedad de Will Smith y de la película Focus funcionó ayer en los hechos como una breve pausa de la tercera jornada de rodaje de una producción internacional respaldada por los poderosos estudios Warner.Así se concibió y diagramó la reunión de ayer al mediodía en un local de San Telmo, separado apenas por unos metros del lugar en donde se cumplió a lo largo de toda la víspera otro día de la filmación iniciada el lunes. El área comprendida por Defensa, Chile, Paseo Colón e Independencia (incluida la cortada San Lorenzo) quedó en los últimos dos días completamente cerrada al tránsito y aislada para los desplazamientos de Smith y sus compañeros de elenco.No fue casual que al abrir la rueda de prensa, la productora Denise Di Novi pidiera disculpas a los residentes por cualquier ocasional complicación. Tras esa apertura, la escena completa quedó en manos de Smith: sonriente y carismático, se metió a todo el mundo en el bolsillo.La simpatía de Will Smith es un clásico de Hollywood. Todos saben allí que el astro de Hombres de negro y Bad Boys jamás se niega a un saludo o una imagen con sus fans, y esos antecedentes quedaron completamente ratificados desde que llegó a Buenos Aires. Basta un ejemplo: a poco de instalarse en el hotel céntrico que lo alojará hasta principios de diciembre, Smith invitó a los paparazzi que montaban guardia a compartir una fotografía con ellos. Siempre sonriente.Lo mismo ocurrió ayer al mediodía. Frente a los medios, el presentador Alexis Puig fue anunciando, uno por uno, la aparición de los nombres estelares del rodaje porteño. A cada mención le correspondió un grito de aprobación que llegaba desde el fondo del salón. Cuando Smith, después de todos, hizo su aparición, multiplicó ese gesto. Ya todos sabían que esa expresión satisfecha lo acompañaría de allí hasta el final, momento en el que decidió romper el típico protocolo hollywoodense y en vez de retirarse por donde llegó, acompañado por sus guardaespaldas y un pequeño ejército de asistentes, caminó hacia el centro del salón para quedar mano a mano con la prensa, dejarse fotografiar unos minutos más y saludar antes del adiós.Despedida que siguió un rato más en la calle. Frente a una valla ubicada en la esquina de Chile y Defensa, Smith se acercó a los curiosos (su altura y una remera de color mostaza distinguían todavía más...

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