Los estragos de una América Latina violenta

Nunca América Latina estuvo tan mal desde las sucesivas restauraciones democráticas en los años 80. Venezuela, que fue un isla de libertad y democracia en los militarizados años 70, es ahora un país estragado por la carencia de todo: desde las libertades pública y privadas hasta los alimentos y los medicamentos. Perú tiene a todos sus expresidentes presos por corrupción; uno, el viejo líder Alan García, se suicidó antes de ser detenido.En México, el narcotráfico acaba de ganarle una batalla decisiva al Estado, cuando el Ejército decidió liberar al hijo del Chapo Guzmán después de haberlo apresado, porque la fuerza de los delincuentes hacía peligrar vidas inocentes. Centroamérica es un territorio de crímenes, corrupción, pobreza y desigualdad. Ecuador encontró en Lenín Moreno un presidente realista, pragmático y democrático, que terminó con el período de populismo y de persecuciones de su antecesor y padrino político Rafael Correa. Sin embargo, la eliminación de un viejo privilegio sobre el precio de los combustibles, que afectó también a los sectores indígenas más pobres, desató una ola de violencia que obligó a Moreno a trasladar la capital de Quito a Guayaquil. Hasta que derogó su decisión sobre el precio de la energía.Un aumento del 4% en el boleto del subterráneo en Chile desencadenó una s como no se había visto en los últimos 30 años. El presidente Sebastián Piñera debió derogar esa decisión, pero ni su rectificación ni la declaración del estado de emergencia (con toque de queda incluido) menguaron la protesta ni la violencia. La crisis en Chile no ha concluido aún, porque fue una sorpresa que pareció despertar de una larga siesta a la dirigencia del país trasandino.En ese paisaje latinoamericano se realizarán las elecciones argentinas dentro de cuatro días. La Argentina tiene una situación macroeconómica mucho peor que la de Chile, que la tiene, más bien, muy equilibrada. La pujante economía de Chile, y esto también es cierto, no modificó la desigualdad en el acceso al bienestar. Chile logró casi erradicar la pobreza, pero la distancia es muy larga entre los sectores sociales muy ricos y la clase media baja, categoría en la que se encuentra la mayoría de la clase media chilena. Esa situación no fue modificada por tres mandatos socialistas (uno de Ricardo Lagos y dos de Michelle Bachelet), por dos democristianos (Patricio Aylwin y Eduardo Frei) y un mandato cumplido y otro en curso del actual presidente, Piñera.La Argentina, que supo...

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